De acuerdo con el texto, ese estado “ataca a Etiopía utilizando su membresía en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, la Unión Europea y otras entidades”.
La razonable súplica para que reduzca su hostilidad contra la soberanía e integridad territorial etíope no ha sido atendida, asegura.
Etiopía ideó una estrategia de reincorporación para ayudarnos a tener una nueva perspectiva con los críticos y socios, por igual, destaca, pero aclara que hasta ahora “no ha funcionado para reducir la tensión con Irlanda”.
Igualmente, la cancillería acusó al Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) de sabotear las gestiones gubernamentales para propiciar el crecimiento democrático e integral del país y mantener como rehenes a los etíopes en el estado regional homónimo desde 2018.
Asimismo, responsabilizó a la organización de desencadenar el enfrentamiento armado con las fuerzas federales, tras agredir al comando norte el 3 de noviembre de 2020.
Según explicó, el gobierno tiene el compromiso de solucionar pacíficamente el conflicto e investigar las denuncias de violaciones de los derechos humanos en la región los últimos dos años, para garantizar la rendición de cuentas.
Ahora, subraya, aceptó la invitación de la Unión Africana para participar en conversaciones de paz.
Sin embargo, señala, Irlanda parece tener la intención de envalentonar al TPLF, al pedir constantemente medidas coercitivas contra Etiopía, utilizando su membresía en el Consejo de Seguridad.
Podemos participar constructivamente en relaciones de estado, según el derecho internacional. Como medida de último recurso, podemos encontrar una oportunidad para deliberar si existe voluntad mutua de continuar con nuestros lazos diplomáticos, avisa la declaración.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, apunta, espera la respuesta de Irlanda, para que el Gobierno pueda concluir si los países tienen razones suficientes para continuar sus relaciones, basadas en los principios de respeto mutuo e igualdad soberana de las naciones.
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