Hasta la fecha, en ningún momento durante su participación en la 27 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP27), la delegación norteña manifestó cuál postura adoptará sobre el establecimiento de un mecanismo para pérdidas y daños, una de las peticiones de 134 de los 197 países reunidos.
En contraste, pidió tiempo para estudiar la idea, una posición que muchos califican como un paso atrasado al ser el país rico con la mayor responsabilidad histórica por el calentamiento global, apuntó un reporte del sitio E&E.
Acorde con el enviado climático de Washington, John Kerry, Estados Unidos podría estar listo para aceptar un nuevo fondo dentro de meses, o después de un año de la conclusión de este cónclave.
No obstante, apuntó la fuente, los expertos en clima alegan que la nación norteña preferirá un proceso de tres años como el establecido en la cumbre del año pasado en Escocia, pero con el compromiso de tomar una decisión en la reunión de 2024.
Acotó la información que Estados Unidos llegó a esta reunión con una lista de anuncios financieros de pequeño calibre, y con una propuesta, hasta ahora muy impopular entre los presentes, para que algunas compañías paguen a otras para detener la emisión de carbono, en vez de limitar las propias.
Igualmente, si bien permitió que se agregara el financiamiento de pérdidas y daños a la agenda formal de la reunión por primera vez; tomó la medida inusual de exigir que se incluyera una nota al pie para excluir las ideas de responsabilidad para los emisores históricos, o compensación para los países afectados por la contaminación.
Es de sospechar que una nueva contribución no es lo que Washington tiene en mente, sobre todo cuando no es capaz de honrar responsabilidades anteriores, según el medio.
Alden Meyer, miembro principal de E3G, un grupo de expertos sobre el cambio climático, dijo a E&E que Estados Unidos emitió su primer cheque al Fondo Verde para el Clima en 2018, cuatro años después de que el expresidente Barack Obama (2009-2017) anunciara un compromiso de tres mil millones de dólares, y sigue atrasado.
El año pasado, el Congreso aprobó solo mil millones para ese mecanismo y no está claro cuándo harán otra contribución, pues el Partido Republicano, la tolda opositor del gobernante Joe Biden, controlará la Cámara de Representantes en enero, abundó.
En este punto algunos expertos afirman que es hora de que las interioridades de Estados Unidos dejen de dominar la política climática mundial.
Para Saleemul Huq, Director del Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo con sede en Bangladesh, la organización del gobierno estadounidense no puede tener de rehén al mundo entero y con esa excusa detener un acuerdo global.
La COP27 culminará mañana, tras 13 días de sesiones en Sharm el-Sheij, Egipto.
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