El Consejo Interinstitucional sobre las Personas sin Hogar del país (USICH, por sus siglas en inglés), divulgó que los afronorteamericanos tienen muchas más probabilidades de quedarse sin hogar, y esta inequidad es particularmente clara en la mentada ciudad.
Acorde con un informe publicado por la Coalición de Chicago para las personas sin hogar, más de 65 mil individuos carecen de vivienda allí, donde las temperaturas son notablemente bajas durante el invierno.
La mayoría de los grupos minoritarios, especialmente los afroamericanos y los pueblos originarios, experimentan falta de sitios donde vivir en tasas más altas que los blancos, en gran parte debido al racismo histórico y estructural de larga data.
Según la Alianza Nacional contra la Falta de Vivienda, la discriminación en la vivienda sistémica, apoyada por el Gobierno federal, es una de las causas fundamentales de la actual brecha de riqueza en el país entre los hogares blancos y el resto.
La desproporcionalidad de la falta de vivienda es un subproducto de la inequidad sistémica: los efectos persistentes del racismo continúan perpetuando las inequidades en áreas críticas que afectan las tasas de personas sin hogar, remarcó.
La disparidad más sorprendente se puede encontrar entre los afroamericanos, apuntó, que representan el 13 por ciento de la población general, pero el 39 por ciento de las personas sin hogar y más del 50 por ciento de las familias sin casa y con niños.
Asimismo, un estudio realizado por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano del país sobre la discriminación racial encontró que a los afroestadounidenses se les mostraban menos sitios de alquiler y se les negaban más contratos de arrendamiento en comparación con las personas blancas.
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