Uno de cada tres niños afrodescendientes en el condado de Maricopa se enfrentó a una indagación entre 2015 y 2019, lo que dejó a muchos padres temerosos de perder a sus hijos, según un análisis realizado por la cadena NBC News y ProPublica con informaciones del Archivo Nacional de Datos sobre Abuso y Negligencia Infantil.
La fuente noticiosa citó también un estudio del año pasado de la Academia Nacional de Ciencias donde se divulgó que los menores afronorteamericanos de esa localidad tiene un 63 por ciento de posibilidades de ver a sus progenitores investigados por los centros de protección a menores, la tasa más alta de los 20 condados más grandes del país.
Las familias negras y sus defensores dijeron que la ubicuidad del Departamento de Seguridad Infantil de Arizona (DCS) no solo toma la forma de indagaciones innecesarias donde los prejuicios raciales desempeñan un rol importante.
En algunos casos, alegaron, son producto de elecciones de políticas públicas que adoptan un enfoque punitivo en lugar de uno preventivo hacia los padres negros, muchos de los cuales luchan debido a la discriminación, la falta de riqueza heredada y una red de seguridad social insuficiente.
Un ejemplo de eso es que Arizona gasta la mayor parte de su presupuesto de asistencia social en investigaciones conducidas por la DCS en lugar de en asistencia directa a familias necesitadas, según el análisis.
Solo el dos por ciento de los niños de Maricopa cuyas familias fueron acusadas de maltrato entre 2015 y 2019 fueron finalmente determinados por los trabajadores sociales de ser víctimas de cualquier forma de abuso físico o sexual luego, una de las tasas más bajas entre los condados grandes de Estados Unidos.
Aproximadamente el 20 por ciento de los afrodescendientes en ese condado viven por debajo del umbral de la pobreza, en comparación con aproximadamente el 13 por ciento de todos los residentes allí.
Igualmente, los datos federales disponibles más recientes hasta septiembre de 2020 muestran que, si bien es cierto que DCS redujo la cantidad total de familias que analiza en todo el estado, la disparidad racial empeoró.
Aunque siete mil 400 niños blancos menos fueron objeto de investigaciones completadas entre los años fiscales 2016 y 2020, la cantidad cuyos padres fueron investigados se redujo en menos de 100 en el grupo de afroestadounidenses.
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