En su gran mayoría las exposiciones tuvieron lugar en el hogar, mientras que el 70 por ciento de los afectados presentó depresión del sistema nervioso central, según el análisis citado por el diario The Hill.
Los informes recabados por el Sistema Nacional de Datos sobre Intoxicaciones mostraron 207 casos informados en 2017, cuando ocho estados y Washington D.C. habían legalizado el consumo recreativo de cannabis, mientras que 30 permitían la sustancia para usos medicinales.
Para 2021, momento en el que 18 estados legalizaron su uso con fines recreacionales y 39 permitieron su empleo por motivos médicos, los pequeños intoxicados aumentó a tres mil 54, refirieron.
Al evaluar el impacto de la pandemia de Covid-19 en las tendencias, los investigadores descubrieron que, en comparación con el período 2017-2019, los efectos de exposición más graves al cannabis entre los niños aumentaron significativamente durante los últimos dos años del estudio.
Más de una quinta parte de todos los infantes que consumieron los comestibles con la droga terminaron en el hospital durante el lapso objeto de análisis, apuntó.
Tanto las admisiones en la unidad de cuidados intensivos como en otras se incrementaron y el promedio de edad en el momento de la exposición fue de tres años, abundó.
Muchos productos de cannabis vienen en forma de gomitas, galletas o dulces, advirtió el reporte, lo que los hace particularmente atractivos para los pequeños, quienes tras el consumo de estos pueden experimentar somnolencia, mareos, dificultad para hablar, sequedad de boca y falta de concentración.
Los pequeños, que desconocen el contenido de la sustancia, no pueden dejar de comer el producto después de una sola dosis y, debido a su menor peso, se exponen a un mayor riesgo de toxicidad, explicaron los autores.
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