Historiador francés Paul Estrade resalta influencia de José Martí
Desde el Palacio de Convenciones de esta capital, la subdirectora general de la Unesco para las Ciencias Sociales y Humanas, Gabriela Ramos, reconoció los aportes del intelectual francés, quien ostenta una prolífica hoja de vida en el ámbito de la preservación de la identidad, las tradiciones culturales y valores históricos de la región, en coherencia con los valores legados por el Héroe Nacional de Cuba.
Según consideró Ramos, el lauro posee gran relevancia pues «nos habla de quiénes somos, cómo nos relacionamos, la forma de vivir nuestra libertad y cómo construimos nuestros países» y está en coherencia con los valores legados por Martí, quien «representa la idea del bien, y cuyo pensamiento estimula la búsqueda conjunta de soluciones a los grandes problemas del mundo contemporáneo».
Este premio distingue a hombres y mujeres que han hecho contribuciones a la organización, pero también acompañan e impulsan el desarrollo de los países, al tiempo que fomentan la aplicación de los ideales martianos a los momentos actuales para tratar de construir puentes y defender los valores de solidaridad, igualdad, respeto, convivencia pacífica, entre varios, explicó Ramos.
Vía telemática, pues las condiciones de salud le impidieron viajar a la isla caribeña, el laureado saludó -desde París- a los representantes de más de 80 naciones reunidos en la V Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo y manifestó su alegría por merecer tal distinción de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Feliz por tal honor, Estrade agradeció a la organización patrocinadora por incluirlo en la selecta lista de personas galardonadas «por haber estudiado la obra de Martí», en tanto evocó a quienes lo antecedieron como el intelectual cubano Roberto Fernández Retamar.
«Al aceptar complacido el premio pienso en las personas e instituciones que me han animado y apoyado durante 10 años, en los fundadores del Centro de Estudios Martianos, en los compañeros de la Universidad de La Habana y la Academia de Historia que me han admitido en su seno», agregó.
De igual forma, destacó el importante apoyo que recibió a lo largo de los años para continuar con su obra, pues «todos han contribuido a la divulgación de las ideas martianas por nuevos espacios y entre nuevas generaciones», en pro de la unidad y fraternidad de nuestra humanidad.
A 170 años del natalicio del Apóstol, el francés dedicó el premio a la patria de Martí, al tiempo que recordó su trabajo reflexivo sobre los próceres, la emancipación y la unidad antillana y valoró de vital la impronta del Héroe Nacional de Cuba, en un mundo marcado por «las armas y la violencia», «el racismo y la intolerancia».
Puede guiarnos el ejemplo de Martí, no como profeta sino como espíritu que aglutina y espolea las conciencias, insistió el premiado, mientras destacó el valor del evento para refrendar la vigencia de su pensamiento ante las crisis actuales, y recordar su sed de libertad, democracia y justicia.
Para concluir, evocó algunas frases icónicas de Martí que denotan su faceta antirracista, anticolonialista y antiimperialista, al tiempo que instó a la práctica constante de la generosidad para cambiar el rumbo de la historia «con todos y para el bien de todos».
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