En la Sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, los jóvenes intercambiaron sobre la globalización y el impacto de esta problemática en el desarrollo de las diversas expresiones estéticas, lo cual demanda de las nuevas generaciones mayor apego a conceptos martianos como “ser cultos es el único modo de ser libres”.
El espacio concebido como parte de la Jornada Martí en Nosotros, que acontece en homenaje al 170 aniversario del natalicio del Héroe Nacional de la mayor de las Antillas, propició el debate sobre el rol de las artes y sus cultores en la salvaguarda de las esencias de la cubanía ante la colonización cultural que arremete contra todas las industrias creativas.
En ese sentido, el profesor de filosofía de la Universidad de las Artes Ernesto Teuma, explicó que “la colonización no solamente se expresa en la manera en la que hablamos, sino como pensamos o somos incapaces de pensar, en los símbolos que portamos, la música que escuchamos…”.
Asimismo, resaltó la importancia de expandir la visión del ser cubano, porque esta construcción de la identidad fue un proceso que nació del intercambio de culturas, de las mismas guerras y de la confrontación de los ideales de todos aquellos, que como Martí, imaginaron un proyecto emancipador, independiente y libre.
Nuestra visión de la cultura está muy enraizada en la tierra, en el lugar, pero la cultura cubana que se ha producido fuera de Cuba también enriquece, traen su tradición, ritmos, colores y sabores y todo eso regresa, “como remesa cultural, como manera de hablar y de hacer”, apuntó el profesor.
Se trata de construir una nación que no sea cerrada, que no ignore su propia composición ni los principios de quienes la defendieron, porque recordemos al Apóstol –un hijo de españoles-, que gestó la Guerra Necesaria en el exilio: Estados Unidos y desde allí escribió textos esenciales en los que abogó por la integración y la necesidad de conocer el pasado.
“¿Qué tipo de postura entonces propone Martí de los cubanos?, él fue capaz de colocar la liberación de Cuba junto a la de Puerto Rico y las naciones oprimidas de Nuestra América, supo detectar ese punto de giro que llevaría a equilibrar el orden global”, enfatizó.
Por su parte, el estudiante de música Ismel Alejandro Cárdenas, se refirió al poder que ejercen las industrias culturales, las dificultades de crear en un contexto regido por las leyes del mercado y la necesidad de respaldar a las nuevas generaciones deseosas de hacer y defender las expresiones autóctonas del país.
En tanto, Corina Mestre, Premio Nacional de Teatro 2022 destacó la importancia de que los artistas de mayor prestigio en el país caribeño formen parte de los claustros de profesores del sistema de enseñanza artística, para que los jóvenes puedan aprender de los mejores referentes de sus áreas y encuentren sus propias inquietudes sin desprenderse de las raíces.
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