La escultura metálica descansa en el paulista Memorial de América Latina, instalación de gran simbolismo que, hasta ahora, solo tenía en sala una de Simón Bolívar, el Libertador.
El presidente del complejo, Jorge Damiao, aludió a la importancia de tener ambos bustos en el conjunto arquitectónico, proyectado por Oscar Niemeyer, y monumento a la integración cultural, política, económica y social de Latinoamérica.
Para el embajador Pedro Monzón, cónsul de Cuba, José Martí, según un célebre escritor antillano, es «ese misterio que nos acompaña todos los días y que nos da fuerzas para seguir adelante».
Señaló que ese insólito calificativo expresa la influencia excepcional que tiene este cubano universal en el pueblo y la política cubanas.
El diplomático refirió que «el proceso encabezado por Fidel Castro, que llevó al triunfo de la Revolución cubana en 1959, y todo lo que sucedió después en nuestra isla, hasta el día de hoy, se ha caracterizado, especialmente, por tener una influencia martiana amplia y auténtica». Monzón aseguró que las razones de esta sorprendente presencia de Martí en «la ideología, la política y la idiosincrasia de todo un pueblo e incluso sobre políticos e intelectuales en América Latina y otros lugares del planeta, son difíciles de evaluar en toda su magnitud e imposibles de relacionar en su plenitud».
Según el cónsul, «Martí fue identificado por su obra culta y medular, inmensa en extensión y profundidad; concepto inflexible de la independencia nacional, de la justicia social y de la solidaridad humana».
De ahí su tremenda influencia que permite afirmar que el pueblo y la Revolución Socialista de Cuba son esencialmente martianos, apuntó.
Para Monzón, quien no se explique la razón de la capacidad de resistencia del pueblo cubano ante un permanente bloqueo agresivo por parte de Estados Unidos, que provoca incontables sufrimientos, «debe buscar las fuentes genéticas en principios martianos que nos impulsan».
En el acto de develamiento del busto de Martí estuvieron presentes el encargado de Negocios de la Embajada de Cuba en Brasil, Adolfo Curbelo, el embajador Luis Fernando Avalos, presidente del Grupo de Países de América Latina y el Caribe, el diputado estadual Paulo Fiorilo, el destacado escritor brasileño Fernando Morais, entre otros representantes de grupos solidarios.
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