Hace 20 años se erigió aquí el busto del Héroe Nacional y prócer de la independencia José Martí para hacer buena su máxima de que “honrar, honra”, expresó el embajador cubano Orlando Hernández Guillén, quien repasó la extensa trayectoria revolucionaria del autor de La Edad de Oro.
Hablamos de Martí, dijo, y es imprescindible hacerlo también del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, su mejor discípulo y el máximo exponente de la Generación del Centenario, la que supo llevar a la práctica las doctrinas del Maestro y encumbró su frase: la Patria necesita sacrificios. Es ara y no pedestal.
En la sencilla ceremonia el vicepresidente de la Asociación de Amistad Vietnam-Cuba, Le Tuy Truyen, rememoró sus años de estudiante de Periodismo en la Universidad Central de Las Villas Marta Abreu, donde escribió su primer artículo, que dedicó precisamente a Martí.
Según contó, fue el relato Un paseo por la tierra de los anamitas, contenido en La Edad de Oro, lo que lo motivó a titular su trabajo “José Martí, el cultivador de la amistad entre Vietnam y Cuba”, pues fue el Héroe Nacional quien propició, a través de la palabra hermosamente escrita, el primer acercamiento entre ambos pueblos.
Tuy Truyen elogió además la que consideró una afortunada decisión, la de erigir el busto en memoria al prócer independentista en un lugar donde, hasta hoy, permanece escoltado por siete palmas reales, el árbol más común de los campos cubanos.
Por su parte, el primer coronel Tin Trung Pham, de la Asociación de Veteranos Truong Son-Ho Chi Minh leyó un poema de su propia creación dedicado al Apóstol cubano, cuyo ideario inspiró a los combatientes que liderados por Fidel Castro iniciaron la última etapa de la lucha por la definitiva independencia de la nación.
ro/mpm