De acuerdo con una información del canal televisivo NBC News, 102 recién nacidos en esa región recibieron atención por la enfermedad en 2021, frente a 10 en 2016, con lo cual crecen las complicaciones de los pequeños en riesgo de sufrir daños potencialmente mortales.
El reportaje cita datos de un análisis realizado a partir de la facturación hospitalaria compartido por el Doctor Thomas Dobbs, director médico de la Clínica Crossroads del Departamento de Salud del Estado, que se centra en las infecciones de transmisión sexual.
Esto parece algo que debería haber sucedido hace cien años, no hace poco, apuntó Dobbs, quien también es decano del Centro Médico de la Universidad de Mississippi.
La sífilis congénita ocurre cuando la infección se transmite de una madre a su hijo mientras está embarazada, y aunque los bebés inicialmente no muestren síntomas, las complicaciones pueden ser graves si no reciben atención médica.
Según los expertos, el padecimiento puede dañar los órganos del niño, golpear su sistema nervioso y poner en peligro su visión y audición. Los datos preliminares de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades muestran que los casos de la enfermedad pasaron de 941 en 2017 a al menos dos mil 677 en 2021.
El resurgimiento en Mississippi también ilustra el impacto de las disparidades raciales.
En 2020, por ejemplo, los recién nacidos negros representaron el 70 por ciento de los casos de sífilis congénita del estado, a pesar de que constituyeron alrededor del 42 por ciento de los nacidos vivos ese año, añadió el reporte.
Para un número creciente de madres y sus hijos, apuntó la fuente, el tratamiento no se realiza a tiempo en Mississippi, ya que algunos condados carecen de obstetras.
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