El estudio del Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas (CBPP) se enfoca en la legislación introducida la semana pasada por el congresista republicano Dusty Johnson, quien busca que ciertos beneficiarios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, conocido como SNAP, enfrenten requisitos laborales aún más estrictos. Las personas que enfrentarían la pérdida de las ayudas, según CBPP, incluyen alrededor de tres millones de adultos de hasta 65 años, principalmente padres o abuelos, que viven en hogares con niños en edad escolar, precisó el reporte.
La propuesta, que actualmente cuenta con 24 copatrocinadores republicanos, potencialmente eliminaría los beneficios alimentarios de «alrededor de dos millones de adultos mayores de 50 a 64 años que no tienen niños en sus hogares», así como de aquellos que viven en áreas con mayores niveles de desempleo, lo que hace más difícil encontrar y mantener un trabajo, apuntó el texto.
Según las analistas del centro Katie Bergh y Dottie Rosenbaum, citadas por el sitio Common Dreams, el programa SNAP tuvo éxito en la reducción de la pobreza y la inseguridad alimentaria.
El proyecto de ley de Johnson se presentó después de una expiración de algunas extensiones realizadas a dicho plan relacionadas con la pandemia de Covid-19 que, a principios de este mes, sometió a millones de personas a fuertes recortes monetarios en relación a las ayudas.
También se divulga cuando, según una investigación del Urban Institute, la proporción de adultos en Estados Unidos que alegó haber sufrido de inseguridad alimentaria pasó del 20 al 24,6 por ciento en 2022 con respecto al año anterior.
Acorde con el estudio, los hispanos y afrodescendientes representaron los grupos poblaciones con las mayores dificultades en ese ámbito, tras una comparación con los datos obtenidos de los adultos blancos entre 2019 y 2022, lo que refleja disparidades de larga data en las oportunidades y el acceso a los recursos para estos ciudadanos.
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