Ambas partes evaluaron la implementación del Acuerdo de Secesión de Hostilidades alcanzado por el Gobierno y el Frente de Liberación de los Pueblos de Tigray (TPLF, por sus siglas en inglés), e intercambiaron puntos de vista sobre el desarme, la desmovilización y la reintegración de los exmiembros del Frente.
Mahamat reafirmó el firme compromiso de la UA de acompañar a Etiopía en la plena realización del acuerdo facilitado por ese organismo internacional bajo el lema de «Soluciones africanas a problemas africanos».
La Comisión Nacional de Rehabilitación, creada el 30 de diciembre pasado para reinsertar en la sociedad a los ex combatientes del TPFL, realizó consultas la semana pasada sobre el programa nacional de desmovilización y reintegración con socios y donantes, quienes reafirmaron su compromiso con la paz en el país africano.
Tras 10 días de diálogo en Pretoria, Sudáfrica, el 2 de noviembre último, con la mediación del expresidente de Nigeria Olusegun Obasanjo, enviado especial de la UA, el Gobierno etíope y el Frente, inmersos en un enfrentamiento armado desde finales de 2020, anunciaron el cese de las hostilidades.
Además del alto el fuego, el pacto comprendió el reinicio de la ayuda humanitaria a la población de la jurisdicción y la sanación y reconciliación, como pilares para preservar la soberanía e integridad.
La Cámara de Representantes de los Pueblos (Parlamento), en sesión extraordinaria realizada el 22 de marzo pasado, eliminó al TPFL de la lista de terroristas.
Desde mayo de 2021 integraba esa lista ese grupo que enfrentó al ejército federal el 4 de noviembre de 2020 y que dio inicio al estallido de una guerra en el norte del país, extendida después a varias zonas de las regiones de Afar y Amhara, donde los perjuicios también fueron catastróficos.
ro/nmr