La ministra de Finanzas, Semereta Sewasew, y los miembros del gabinete de la Administración Provisional Inclusiva tigrina concordaron en la necesidad de tratar la situación en esa localidad norteña del país de manera diferente, de ahí que se aprobó alrededor de 45 millones de dólares para actividades de emergencia de salud, educación y agua.
Sewasew precisó que esa cantidad, parte de los 182 millones de dólares asignados por el Estado para la reconstrucción de la región después del conflicto finalizado el pasado año, ya están listos para desembolsarse y los procedimientos a cumplir por la administración provisional para su uso.
De acuerdo con la Ethiopia News Agency, las autoridades tigrinas plantearon que, al no generar ningún ingreso en este momento, debería existir un tipo especial de apoyo o instrumento para abordar la brecha.
En cuanto a las adquisiciones, en la reunión consultiva se discutió el tema del largo proceso de adquisiciones públicas y la necesidad de encontrar una solución o un permiso para actividades de emergencia.
Un comunicado de la cartera de Estado reveló que las partes acordaron establecer un grupo de trabajo conjunto para el mapeo de recursos, desarrollo de capacidades y la planificación.
El 23 de marzo pasado la Oficina del Primer Ministro nombró oficialmente a Getachew Reda como administrador jefe de la Administración Interina de la región de Tigray, después de aprobarse por el Consejo de Ministros la ley para establecer esa instancia de conformidad con el Artículo 62 (9) de la Constitución del país.
De igual modo, responde a lo establecido en la Proclamación 359/8995 y la Declaración de Paz de Pretoria en su artículo 10 (1).
La Cámara de Representantes de los Pueblos (parlamento) en sesión extraordinaria eliminó el 22 de marzo al Frente de Liberación Popular del Tigray (TPFL, por sus siglas en inglés) de la lista de terroristas.
Desde mayo de 2021 el TPFL integraba esa lista, grupo que se enfrentó al ejército federal el 4 de noviembre de 2020 y que dio inicio al estallido de una guerra en el norte del país, extendida después a varias zonas de las regiones de Afar y Amhara, donde los perjuicios también fueron catastróficos.
Tras 10 días de diálogo en Pretoria, Sudáfrica, el 2 de noviembre último, con la mediación del expresidente de Nigeria Olusegun Obasanjo, enviado especial de la Unión Africana, el gobierno y el Frente anunciaron el cese de las hostilidades y el reinicio de la ayuda humanitaria a la población de la jurisdicción
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