Ahmed confirmó que el gobierno sigue de cerca la crisis de violencia en Jartum y otras ciudades sudanesas y lamentó que ocurra en los últimos días del mes de Ramadán cuando la población hace buenas obras y en sus oraciones poden bienestar, según reportes de la televisora Fana Broadcasting Corporate.
“Lo que aumenta nuestra preocupación por el pueblo sudanés y su gobierno es que estos enfrentamientos contradicen las normas y valores sudaneses de larga data y profundamente arraigados”, advirtió.
Por otra parte, el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahmat, reveló la víspera que también sigue de cerca la situación y llamó a las partes a detener la violencia.
Por medio de un comunicado divulgado en la cuenta de Twitter de la UA, Mahmat reveló que observa con profunda preocupación esos acontecimientos y animó, “directa e indirectamente, a los partidos políticos, civiles y militares a encontrar una solución consensuada a la crisis creada el 25 de octubre por golpe de Estado y sus nefastas consecuencias”.
Lamentó que debido a esa situación ha prevalecido el recurso de la violencia armada como medio para resolver las disputas políticas y ahora cunda el pánico en las poblaciones y los baños de sangre de los inocentes en los últimos diez años del mes sagrado del Ramadán.
Exhortó “a todos los componentes de la comunidad internacional a aunar, en unidad y urgencia, sus esfuerzos para lograr que las partes cesen de inmediato las acciones militares y regresen a la mesa de negociación para una salida satisfactoria de la crisis para todos”.
De acuerdo a Naciones Unidas al menos 30 personas murieron como resultado de los enfrentamientos, entre ellas tres empleados sudaneses del Programa Mundial de Alimentos asesinados en Darfur, en tanto los heridos oscilan en cerca de 400, aunque las informaciones sobre la situación del país todavía son imprecisas.
Analistas calificaron la jornada del sábado como una de las peores escaladas de violencia en los últimos años en el país.
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