Resaltó la necesidad de construir un sistema donde se haga justicia a cabalidad y se mantenga la paz duradera, la reconciliación y el estado de derecho a partir de los problemas que ha venido enfrentando el país.
Para garantizar el éxito del proceso, un grupo de expertos de alto nivel organizado por esa cartera de Estado elaboró un documento preliminar para las opciones de política de justicia de transición.
Reveló que primera ronda de la consulta fue en la ciudad de Adama, región central de Oromia, y contó con la participación de individuos y partes interesadas que representan a todos los sectores de la sociedad.
Los resultados de ese encuentro fueron utilizados para la formulación del documento de opción para la política, de ahí que foros similares tendrán lugar en otras 15 localidades de la región en las próximas semanas, agregó la fuente.
Por otra parte, más de 60 áreas para la realización de consultas con víctimas, comunidades afectadas por el conflicto, líderes religiosos y comunitarios, medios de comunicación, personas influyentes y segmentos de la sociedad fueron identificadas por el Grupo de Trabajo de Justicia Transicional.
Mareshet Tadesse, miembro de esa estructura, afirmó a principios de mes que los mecanismos de justicia transicional se convirtieron en parte integral de los esfuerzos para pasar del conflicto y el orden político autocrático caracterizado por la violencia, la división y la represión a un orden pacífico y democrático.
En el marco de esa iniciativa serán tratados los cargos penales contra líderes civiles y militares del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF, por sus siglas en inglés) por delitos cometidos durante el conflicto armado con el gobierno.
Un comunicado del Ministerio de Justicia así lo confirmó el 29 de marzo pasado y que los procesos abiertos sobre el tema fueron retirados en conformidad con el Artículo 6 (3) (e) de la Proclamación No. 943/2008, el cual regula este tipo de decisiones teniendo en cuenta un interés público y previa consulta con el primer ministro.
Tras 10 días de diálogo en Pretoria, Sudáfrica, el 2 de noviembre último, con la mediación del expresidente de Nigeria Olusegun Obasanjo, enviado especial de la Unión Africana, ambas partes anunciaron el cese de las hostilidades.
Además del alto el fuego, el pacto comprendió el reinicio de la ayuda humanitaria a la población de la jurisdicción y la sanación y reconciliación, como pilares para preservar la soberanía e integridad.
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