Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores local informó que solo parte del personal diplomático está en la sede actualmente para atender a sus connacionales, mientras que el embajador y otros trabajadores se encuentran operativos desde el área de Gadarif, a unos 410 kilómetros de la capital sudanesa.
El viernes pasado, el portavoz de esa cartera de Estado, Meles Alem, reveló en una entrevista con la Ethiopia News Agency que el gobierno sigue de cerca esa situación y trabaja con su embajada para garantizar la protección de los ciudadanos.
Alem precisó que se formó un grupo de trabajo nacional con representantes de sectores relevantes y estados regionales que bordean Sudán y aseguró que la cancillería brindará información oportuna.
“Etiopía cree que el pueblo de Sudán tiene la sabiduría y la capacidad para resolver el problema actual, y lo que se necesita es una solución de propiedad sudanesa para el problema de Sudán”, enfatizó.
Recordó que los gobiernos etíopes son conocidos por apoyar al pueblo sudanés en tiempos difíciles y es una política que nunca ha cambiado con el paso del tiempo. Como demostración de esa postura, mencionó la contribución del primer ministro Abiy Ahmed para lograr un acuerdo de paz entre las fuerzas políticas rivales de Sudán.
Los enfrentamientos entre el Ejército sudanés y las denominadas Fuerzas de Apoyo Rápido continuaron a pesar del anunciado alto el fuego de 72 horas, y hasta la fecha causaron la muerte a más de 420 personas y más de cuatro mil heridos, según autoridades sanitarias.
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