El organismo de control fiscal, impuesto por Washington, es acusado de resistir mejorar la calidad de vida del pueblo puertorriqueño.
Las protestas también se produjeron en el área de Santurce, donde se bloqueó el túnel de Minillas, que conecta con el expreso Baldorioty de Castro, y en el occidental municipio de Mayagüez.
“La lucha de los trabajadores puertorriqueños no puede limitarse a una vez al años”, afirmó José Rodríguez, coordinador del Movimiento Solidario Sindical (MSS), al conmemorarse el 1 de Mayo, que se saldó con el arresto de la activista Joselyn Velázquez y los sindicalistas Eva Ayala y Josué Mitjá.
Expuso que esta lucha ya no se limita a los sindicatos, por lo que participan diversas organizaciones, feministas y ambientalistas, entre otras, ante la precaria situación que experimenta Puerto Rico.
Rodríguez denunció lo que denominó “reformas patronales, porque no le podemos decir reformas laborales, por lo que tenemos que estar en la calle, al igual que las meseras y los meseros con un salario de 2.13 dólares la hora”.
El sindicalista, que marchó junto a sus compañeros azotados por una temperatura de más de 90 grados Fahrenheit, instó a tener una mayor presencia en las calles para que el gobierno y los empresarios escuchen los reclamos de los trabajadores.
En este aspecto, coincidió el flamante presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier), Josué Mitjá, al igual que gremios de la educación pública y organizaciones de izquierda, que han identificado a la JSF como “el enemigo común”.
“Los reclamos de la UPR se atan al presupuesto universitario, a la restitución de la fórmula del 9,6 por ciento para garantizar educación accesible, para garantizar justicia salarial”, manifestó María del Mar Rosa, presidenta de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU).
Denunció que hay docentes ganando 16 mil dólares al año, lo que los coloca entre los empleados y empleadas peor pagados de todo el sistema público de Puerto Rico.
La presidenta de la APPU aseveró que hay un estudiantado, que también es parte de la clase trabajadora, cuyo coste de matrícula ha aumentado en un 175 por ciento desde que llegó la JSF en 2016.
Melody Fonseca, portavoz de la Colectiva Feminista en Construcción, expresó que “la lucha de las mujeres y personas feminizadas en el contexto del Día Internacional de las Trabajadoras y Trabajadores es fundamental”.
Puso de relieve que más del 50 por ciento de la clase trabajadora puertorriqueña está integrada por mujeres, que en muchos casos no reciben remuneración.
“Las mujeres somos las más empobrecidas, a su vez asumimos una serie de trabajos domésticos y de cuidado que no son remunerados, por lo que cuando hablamos del Día de las Trabajadoras y Trabajadores tenemos que tener bien presente la situación de desigualdad de género y la desigualdad económica”, indicó Fonseca.
La activista feminista resaltó que, además, están la violencia de género y el acoso sexual, que nos limitan las posibilidades de estar empleadas o tener un hogar”.
Además de múltiples sindicatos, también estuvieron Se Acabaron las Promesas, Madres Contra la Guerra, el Comité de Solidaridad con Cuba, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, Trabajadores y Estudiantes Comunistas por el Cambio Social, el Movimiento Socialista de Trabajadores y el Partido Comunista de Puerto Rico.
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