Un informe de la OMS publicado el 4 de mayo reveló que pese a ser una enfermedad endémica del país, los casos confirmados de la enfermedad ascendieron a 16 mil 814 y los decesos a 182 a nivel nacional de agosto de 2021 al 1 de mayo de 2023.
Precisó el texto que los contagios anuales aumentaron significativamente de mil 953 en 2021 a nueve mil 291 al año siguiente, cifra que representa un incremento del 375 por ciento. Hasta el 1 de mayo fueron confirmados seis mil 933 casos positivos.
Las regiones más afectadas actualmente son Afar, Amhara, Harari, Oromia, Región de Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur, Región de Pueblos del Sudoeste de Etiopía, Tigray y Somali. El número de woredas con brotes de sarampión aumentó de 52 en 2021 a 125 en 2022.
De acuerdo con el ente sanitario internacional, la baja inmunidad de la población frente a esa enfermedad se debe a una combinación de epidemias, conflictos, desplazamientos forzados y otras crisis humanitarias concurrentes que interrumpen la vacunación infantil.
El informe advirtió que solo un 36 por ciento de los casos confirmados cuentan con una dosis o más de la vacuna contra el sarampión, para una cobertura estimada de inmunización de la primera y segunda dosis del fármaco en 2021 al 54 por ciento y 46 por ciento, respectivamente.
Los movimientos de la población, insuficiente cantidad de vacunas a nivel nacional, sistema de vigilancia débiles, dificultad para acceder y entregar suministros por el mal estado de las carreteras, entre otros factores, favorecen la aparición de los brotes y elevan el número de contagios, agregó.
El 25 de abril, la ONU confirmó que un brote de sarampión mató a los ciudadanos de 18 de los 149 kebeles (asociación de vecinos, es la unidad administrativa más pequeña de Etiopía) en la región centro sur de Oromia con mil 274 casos documentados, para una tasa de mortalidad del 1,4 por ciento.
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