«Por primera vez, soy optimista de que concluiremos este acuerdo este año», afirmó Lula a la prensa en Bruselas, donde participó lunes y martes en la III Cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Consideró muy bueno poder concluir este pacto bajo mando de España en el Consejo de la UE.
«Lo que no se pudo hacer en 2010 se puede en 2023 y también en mi presidencia en el Mercosur», refirió.
Hace dos días, el jefe de Estado brasileño afirmó que espera un cierre de 2023 con un arreglo equilibrado entre ambos bloques.
En su discurso de apertura en el foro económico que precedió a la cumbre de la Celac y la UE, aseguró que Brasil va a cumplir su parte en la cuestión del clima.
«Tenemos un compromiso con la deforestación cero en el Amazonas hasta 2030. Este es un compromiso que asumimos antes, durante y después de una campaña política», apuntó.
La negociación para el acuerdo entre la UE y el Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) concluyó parcialmente en 2019. Este año, sin embargo, los europeos enviaron una carta adicional que prevé sanciones en cuestiones ambientales, lo que el jefe de Estado brasileño llegó a clasificar como amenaza.
También en su alocución, Lula citó la importancia de las compras gubernamentales (aquellas realizadas por el poder público para la adquisición de bienes, servicios y obras por medio de licitación) para la economía del país, uno de los obstáculos del acuerdo entre el Mercosur y la UE.
Prometió al bloque europeo «un nuevo Brasil, más justo y más solidario» y defendió que los países de América Latina y el Caribe componen una región con muchas oportunidades de inversión y de consumo.
«Necesitamos inversiones en infraestructura social y urbana», certificó el mandatario brasileño, acompañado del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Insistió en que su gobierno está construyendo este nuevo Brasil sin olvidarse de los «compromisos macroeconómicos» y que el gigante sudamericano retornó al escenario internacional para contribuir a la lucha contra desafíos como la crisis climática o el aumento de la desigualdad.
«Vamos a tratar de demostrar que es posible producir y crecer de manera sostenible», subrayó.
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