En una declaración que reproduce la agencia estatal de noticias KCNA, el ministro de Defensa Nacional, Kang Sun Nam, apuntó que Washington y Seúl celebraron el pasado día 18 una reunión del llamado Grupo Consultivo Nuclear “para conspirar sobre el plan de uso de armas nucleares contra nuestro Estado”.
Denunció que, en ese contexto, recaló en la base operacional de Busán el submarino nuclear USS Kentucky, uno de los mayores portamisiles balísticos del mundo, un acto que calificó como “la amenaza nuclear más abierta y directa (contra la RPDC) en más de 40 años.
Con ese hecho -señaló- entra en un escenario de mayor peligrosidad y posibilidades una confrontación militar en la Península Coreana y obliga a aceptar como realidad hasta una crisis que acercaría el umbral de un choque nuclear.
El ministro advirtió que la grave complejidad de la situación lleva a Pyongyang a replantearse sus opciones de respuesta y “hace más clara la misión de nuestras armas nucleares”.
Las fuerzas armadas de la RPDC (…) cumplirán con responsabilidad su importantísima misión de defender la soberanía, la integridad territorial y los intereses fundamentales del Estado, subrayó.
Días antes de la llegada del USS Kentucky a Corea del Sur, la propia cartera calificó la decisión como “un abierto chantaje nuclear contra la RPDC y los Estados vecinos y una amenaza a la paz y la seguridad en la región y el resto del mundo”.
También recalcó que, de ocurrir cualquier suceso imprevisto, la responsabilidad recaería totalmente sobre EEUU.
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