El comisario de la Comisión Nacional de Rehabilitación (NRC), Teshome Toga, explicó que actualmente están en la etapa de preparación de la primera fase de desmovilización, en un inicio prevista para junio pasado, pero se extendió debido a la falta de recursos, citado por el periódico The Reporter.
Toga precisó que entre los preparativos en cursos están las logísticas como los campamentos operativos que, de los 16 programados, 10 estarán en el estado regional de Tigray donde se encuentra aproximadamente el 70 por ciento de los excombatientes.
Si bien el establecimiento de la Comisión se inició según las disposiciones del acuerdo de paz firmado entre el gobierno federal y el Frente de Liberación Popular de Tigray en Pretoria, Sudáfrica, en noviembre pasado, el acuerdo exige el desarme, la desmovilización y la reintegración de los combatientes de todo el país, enfatizó.
Confirmó que los estados regionales de Oromia y Amhara (norte) tienen el segundo mayor número de ese personal actualmente desarmados y en espera de los procesos de desmovilización y rehabilitación.
En ese sentido, reveló que la cifra podría aumentar de alcanzarse acuerdos de paz entre el gobierno y el Ejército de Liberación Oromo (OLA Shene) y si se estabiliza la situación en Amhara con los grupos armados pertenecientes a la milicia FANO.
Advirtió que la falta de recursos suficientes podría suponer un importante revés para el éxito de las obras de rehabilitación y socavar el progreso del programa que requiere de 550 millones de dólares.
Según el comisario, el proceso de desmovilización de ciudadanos que alguna vez fueron movilizados para la guerra seguirá procedimientos estrictos que incluyen la realización de rehabilitación psiquiátrica y política, así como la capacitación en habilidades.
Además de su oficina principal en Addis Abeba, la NRC tiene un equipo con base en Tigray que trabaja con la administración provisional de la región en la selección de campamentos y otros trabajos preoperativos.
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