Por Nara Romero Rams
Corresponsal jefe de Prensa Latina en Etiopía
Con un enfoque en reforzar la capacidad de sustitución de importaciones y mejorar la competitividad, el Ministerio de Industrias reveló que esa iniciativa responde a que se producen en el país bienes de consumo esenciales, incluidos aceites comestibles, pastas, productos lácteos y los farmacéuticos genéricos.
Según un informe reciente, durante el año fiscal etíope de 2015, la producción local ahorró casi dos mil 300 millones de dólares en bienes importados, de ahí que la hoja de ruta que abarca la próxima década contemple objetivos de producción específicos y atractivos paquetes de incentivos, según el ministro de Estado para el sector, Tarekegn Bululta.
Explicó que al concentrarse en sustituir importaciones, la estrategia está configurada para proporcionar una guía valiosa en la fabricación de productos locales con incentivos con vistas a obtener divisas, un obstáculo de larga data que ha dificultado la importación de insumos esenciales.
La política industrial etíope en las últimas dos décadas se orientó a sectores intensivos en mano de obra y a la exportación, a los cuales les otorgaron ventajas como tasas favorables de arrendamiento de tierras, préstamos blandos, incentivos fiscales y acceso conveniente a divisas.
Pese a esos esfuerzos, los ingresos anuales de exportación del sector industrial se encuentran estancados en unos 350 millones de dólares, reveló.
Etiopía se enfrenta a un déficit comercial notorio y a una inestabilidad macroeconómica, ya que sus importaciones anuales superan los 18 mil millones de dólares, mientras que los ingresos por exportaciones rondan los cuatro mil millones de dólares.
Para abordar esa situación, el gobierno adoptó la sustitución de importaciones como una estrategia alternativa hace tres años, aunque informes recientes de la industria revelaron que la implementación de esa estrategia no estuvo a la altura de las expectativas.
CAUSAS IDENTIFICADAS Y SE AVANZA
El bajo rendimiento puede atribuirse a varios factores, incluida la escasez de materias primas, el acceso limitado a los recursos financieros y la falta de apoyo gubernamental. Sumado a esto, el conflicto en curso en varias regiones, especialmente en Amhara (norte), obstaculiza aún más la productividad del sector manufacturero.
Otra causa consiste en la escasez de divisas que dificulta el crecimiento de las industrias dedicadas a la sustitución de importaciones, porque una parte sustancial de las materias primas requeridas debe importarse de ultramar.
Los propietarios de las principales industrias en Addis Abeba expresaron sus preocupaciones durante una reunión de consulta organizada por la Oficina de Desarrollo Laboral, Empresarial e Industrial y afirmaron que se vieron obligados a detener la producción y reducir su fuerza laboral.
En julio pasado, la Asociación de Industrias del Cuero de Etiopía solicitó al gobierno un mayor acceso a al menos la mitad de los ingresos de exportación generados por sus miembros.
La propuesta tuvo como objetivo facilitar la importación de materias primas como productos químicos, los cuales, por sí solos, constituyen un significativo 60 por ciento del costo total de producción.
Actualmente, las empresas exportadoras deben entregar 80 por ciento de sus ingresos en divisas, tanto al Banco Nacional de Etiopía como a los bancos comerciales.
Sin embargo, esos obstáculos no han mermado la confianza del primer ministro Abiy Ahmed en el potencial del sector industrial para expandirse un 8,2 por ciento este año.
En su informe de gestión presentado en julio último ante la Cámara de Representantes de los Pueblos (parlamento), Ahmed destacó que ese renglón económico aporta un 28 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país.
Las tasas de utilización de la capacidad en el sector manufacturero registraron una caída en los últimos años, con un promedio por debajo de 45 por ciento. Pero en el actual año esa situación cambió, según el ministro e Industria Melaku Alebel, quien reveló que esa cifra saltó a un alentador 56 por ciento en mayo pasado.
Bululta destacó que el cambio de los inversores locales al sector manufacturero y la creación de un entorno propicio para los empresarios extranjeros se encuentran entre los objetivos principales de la estrategia industrial, considerada de vital importancia para fomentar el éxito de la campaña “Etiopía Tamerit” (Hecho en Etiopía).
Desde mayo de 2022, el Ministerio del Interior emprendió esa campaña con el objetivo de revitalizar más de 446 industrias inactivas identificadas. Ahmed confirmó la recuperación de otras 160, gracias a la iniciativa.
El jefe del gobierno etíope explicó que ese movimiento implementado en el último año y medio, además de aumentar en un 15 por ciento el consumo de energía eléctrica, muestra que la demanda es cada vez mayor en el sector industrial.
Hecho en Etiopía busca hacer realidad una industria manufacturera competitiva y resolver sus problemas de manera sostenible, integrada e integral.
Se prevé que el sector crezca hasta 17,2 por ciento en 2030, aumente su capacidad de producción de 50 a 85 por ciento y los ingresos del comercio exterior se incrementen de los 400 millones al año de la actualidad a nueve mil millones de dólares.
arc/nmr