Así lo expresó el viceprimer ministro y canciller Demeke Mekonnen al pronunciar su declaración en el debate general del 78 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Mekonnen hizo énfasis en la necesidad de cooperar para mitigar el cambio climático, reducir las tensiones relacionadas con las armas nucleares y trabajar en reformas en la ONU y las instituciones financieras internacionales por el bienestar colectivo.
Al abordar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), advirtió que el progreso hacia su consecución está retrasado y con eso la aspiración de eliminar la pobreza extrema para 2030.
Sobre las medidas adoptadas por Etiopía para alinear su Plan Decenal de Desarrollo con los ODS, pidió una asociación global renovada y un compromiso político firme para lograr los objetivos.
Convocó a apoyar la Iniciativa Legado Verde impulsada desde 2019 por el primer ministro Abiy Ahmed como parte de los esfuerzos de adaptación y mitigación del clima.
Lamentó que el objetivo de movilizar 100 mil millones de dólares hasta 2030 para respaldar ese tipo de acciones en los países en desarrollo no se ha logrado.
El viceprimer ministro etíope reiteró la necesidad de una reforma institucional en la ONU en general y en el Consejo de Seguridad en particular.
“Reformar el Consejo no es una opción, sino una necesidad absoluta, que requiere la asignación política y moralmente justificada de escaños permanentes a África”, subrayó.
Sobre el compromiso de Addis Abeba con la paz, mencionó el Acuerdo de Pretoria firmado en noviembre pasado en Sudáfrica que puso fin al conflicto armado en el norte del país con la mediación de la Unión Africana.
“El acuerdo es una encarnación práctica de las soluciones africanas a los problemas africanos”, apuntó.
En esa misma línea, destacó la posición a favor de la integración regional y pidió esfuerzos coordinados para iniciativas de paz en Sudán.
Como parte de esa voluntad, expresó que la Gran Presa del Renacimiento Etíope es demostración de las legítimas aspiraciones de desarrollo del país y de la región en general.
Antes de concluir, subrayó que la arquitectura financiera internacional debería reformarse teniendo en cuenta especialmente las necesidades y prioridades de África.
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