A través de un comunicado emitido por la agencia estatal de noticias KCNA, Pyongyang denunció que la realización de maniobras militares de gran envergadura en el archipiélago japonés y las aguas adyacentes tienen por fin adiestrar a las tropas y completar la capacidad de ataque.
Apuntó que otras señales son el constante aumento del presupuesto militar -ya representa el dos por ciento del Producto Interno Bruto-, la entrada de armamentos sofisticados como portaviones y cazas furtivos de último modelo, y la militarización del cosmos, el espacio cibernético y el campo de ondas electromagnéticas.
La declaración recordó que en diciembre del año pasado Japón aprobó una nueva estrategia de seguridad nacional que “legalizó” ataques a cualquier enemigo potencial, y que con igual objetivo en agosto último Washington, Tokio y Seúl firmaron un acuerdo para realizar ejercicios militares cada año.
Para concretar sus ambiciones militares -afirmó- Japón “interviene en los asuntos internos de otros países, sumándose a la estrategia hegemónica de Estados Unidos” so pretexto de su derecho a la posesión de diversos territorios o aguas y de la seguridad marítima.
Las “acciones arrogantes” de Tokio generarán “nuevos desafíos a la seguridad y agravarán las tensiones en la Península Coreana, advirtió el comunicado.
Aseveró, por otra parte, que las Fuerzas Armadas de la RPDC siguen con atención cada movimiento de Japón que olvidadizo de su derrota (durante la guerra de Corea) pretende volver su bandera sobre territorio coreano.
La guerra contra el colonialismo japonés duró 20 años y culminó con la liberación del país Hace 78 años, el 15 de agosto de 1945.
Estados Unidos, Corea del Sur y Japón han aumentado en 2023 el número y poderío de sus maniobras militares conjuntas para “contener las crecientes amenazas nucleares” de la RPDC, según la cual el fortalecimiento de su sistema defensivo es un acto legítimo frente a los palmarios planes de ataque en su contra.
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