Señala que el pasado miércoles unos 100 parlamentarios estuvieron en ese lugar para rendir tributo a criminales de guerra, y un día antes el primer ministro Fumio Kishida envió una ofrenda floral a los que yacen allí.
Otros que visitaron el santuario en los últimos días fueron los ministros de Economía, de Seguridad Económica y de Revitalización Económica, apuntó KCNA en un extenso comentario sobre el tema.
En su Libro de las Ánimas, el Santuario Yasukuni incluye los nombres de casi dos millones y medio de soldados caídos en conflictos bélicos, incluidos 14 connotados criminales de guerra.
La RPDC, China, Corea del Sur y otros países víctimas de la agresión militar japonesa en el siglo XX, consideran a ese lugar un símbolo del militarismo japonés de la Segunda Guerra Mundial y del nacionalismo japonés proto-fascista.
Las visitas al Santuario Yasukuni revelan la actitud del gobierno japonés sobre la guerra, deviene la pauta para juzgar si Japón se aleja de su pasado y escoge la vía de la paz, o retoma la senda de la agresión, sentenció KCNA.
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