El analista estadounidense Lawrence Freeman, en declaraciones a la Ethiopia News Agency, destacó los antecedentes históricos, geográficos y económicos aportados por el primer ministro Abiy Ahmed para iniciar el debate sobre ese derecho por medios pacíficos.
Freeman consideró que el acceso al mar no sólo refuerza el comercio de importación y exportación en constante crecimiento de la segunda nación más poblada de África, sino que también garantizará el desarrollo de la región.
“Si la gente entendiera más sobre el crecimiento económico físico, entendería que esto no sólo es muy razonable, sino correcto. Si se quiere elevar el nivel de vida de 200 millones de personas que viven en los países del Cuerno, entonces se beneficiaría del comercio que podría incrementarse en Etiopía si tuviera un puerto en el Mar Rojo”, enfatizó.
Recordó que Ahmed sugirió áreas potenciales como las aerolíneas etíopes, la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) y otras ofertas de concesión que, a su juicio, es el enfoque de un estadista y concuerda con eso.
También destacó la necesidad de debatir sobre un enfoque económico regional, ya que en el Cuerno de Cuerno hay varios puertos.
Al referirse a los informes distorsionados de los medios de comunicación de que Etiopía está reclamando acceso al mar usando la fuerza si es necesario, Freeman señaló que se trata de una política muy divisiva utilizada en África durante cientos de años.
“Necesitamos líderes políticos y estadistas que superen esto y comprendan que se trata de operaciones políticas. Algunas se llevan a cabo externa o internamente. Y el propósito es impedir el desarrollo y la soberanía de las naciones africanas”, subrayó.
En ese sentido, instó a contrarrestar esos mensajes y otros enemigos internos y externos que intentan crear tensiones entre los países vecinos. No existe ninguna razón objetiva para que los países del Cuerno de África no trabajen juntos para lograr objetivos comunes.
El analista manifestó la esperanza de poder lograr debates entre líderes soberanos de Estados nacionales, incluidos presidentes y primeros ministros, para abordar el problema.
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