Al ofrecer los datos, el director del OIJ, Randall Zúñiga, indicó que cuando en febrero comenzaron a observar los patrones de violencia y las proyecciones para 2023, las cuales apuntaban a un incremento desproporcional en los crímenes, ahí se encendieron las alarmas de acción.
Preveíamos que íbamos a cerrar entre 850 y 900 homicidios, lo cual se va a cumplir y esto podría generar en algún momento un colapso de las funciones que hace el OIJ.
Entonces, desde ese momento empezamos a realizar estrategias diferenciadas para mantener la competencia técnica del OIJ, y lo logramos por dicha.
De las siete provincias costarricenses, la capital San José encabeza la lista de mayor número de muertes con 218, escoltado en segundo lugar por la caribeña ciudad de Limón, con 213 y la occidental Puntarenas con 148, mientras la central Heredia es la que menos registra con 47.
Costa Rica experimenta una ola de homicidios causada entre otros aspectos por el narcotráfico, el ajuste de cuentas, el control de localidades y la legitimación de capitales, según argumentan las autoridades
Cómo enfrentar el fenómeno desata encontronazos entre el Ejecutivo y el Congreso y el OIJ, entonces, reclama más presupuesto para frenar esta situación.
Ante el panorama, hace solo unos días una nueva comisión con representantes de los poderes del Estado comenzó sus funciones con el objetivo de analizar todos los proyectos de leyes en materia de seguridad y generar documentos idóneos para que puedan ser discutidos en el Congreso y lograr su aplicación.
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