

Al atardecer de mañana, miles de personas se darán cita en la gran fiesta de Ketera o de “contención de la corriente del agua” con la que se va a bendecir a los participantes.
Los sacerdotes portadores de los tabots (réplicas del Arca de la Alianza de sus respectivas parroquias) los depositarán junto al timket-bahir o estanque, embalse artificial o río más cercano.
En la noche, fieles y tabots rezan y cantan a la espera del amanecer del 20 de enero, día del Timket, que inicia con la bendición de las aguas que serán rociadas a todos los presentes para luego continuar con otras ceremonias.
Acompañados por un areópago con atuendos ceremoniales de color rojo, azul, blanco y dorado, se sientan en barcas cargadas de íconos y cruces ubicadas en medio del estanque o lago donde se realice la ceremonia.
Los fieles vestidos todos de blanco se les unen en lanchas, embarcaciones sencillas o en tankwa, una especie de kayak tradicional construido con tallos de papiro.
Hacia las diez de la mañana, los sacerdotes regresan a sus respectivas iglesias acompañados por procesiones muy vistosas, en las que se entonan diversos cantos tradicionales y religiosos.
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