Fuentes cercanas a la delegación que acompaña al exsindicalista indicaron que tal convite fue cursado al primer ministro etíope, Abiy Ahmed, durante reuniones bilaterales.
Lula inició el viernes su primera visita oficial a esta nación africana, donde participó en una ceremonia de ofrenda floral en un monumento capitalino y después platicó con Ahmed.
Este fin de semana, el gobernante brasileño participa como invitado especial en la 37 Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana (UA).
Durante el encuentro entre equipos gubernamentales, Ahmed confirmó que acudirá a Brasil para participar como invitado A la Cumbre del G20, grupo que reúne a las 19 principales economías del mundo y la Unión Europea, que se celebrará en noviembre en Río de Janeiro.
Otros asuntos tratados fueron la necesidad de una modernización en el sistema de gobernanza mundial y la invitación a Addis Abeba a sumarse a la Alianza Global contra el Hambre.
En la misma jornada, Lula participó en el evento «Financiamiento climático para la agricultura y la seguridad alimentaria: Implementación de la Declaración de Nairobi y resultados de la COP28 (Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático».
La visita se enmarca en el proceso de relanzamiento de la política exterior del Gobierno de Brasil hacia los países africanos.
Etiopía es el segundo país más poblado de África, con 125 millones de habitantes, y la quinta economía del continente, con un crecimiento superior al seis por ciento en 2023.
Además, la nación se unió a principios de año al Brics, grupo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y a la UA.
Las relaciones diplomáticas entre Brasil y Etiopía se establecieron en 1951.
Ambos países tuvieron iniciativas conjuntas centradas en técnicas de producción agrícola en regiones semiáridas, intercambio de experiencias en biocombustibles, irrigación agrícola a pequeña escala y alimentación escolar.
También, en saneamiento básico y gestión forestal sostenible. En la actualidad hay cinco proyectos de cooperación en curso en las áreas de agricultura y seguridad alimentaria.
En el comercio bilateral, el flujo de negocios entre las dos naciones en 2023 resultó de 23,8 millones de dólares, casi todo en exportaciones de productos brasileños, especialmente combustibles, maquinaria agrícola y productos industrializados.
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