Según el último informe del nuevo Centro de Estudios Económicos del BDE, el aumento en los precios que perciben los consumidores puertorriqueños responde a una realidad.
Acompañado de los economistas Gladys Medina y Juan Carlos González Ruiz, el funcionario bancario detalló que desde el punto más bajo que se registró en junio del año pasado, -1,7 por ciento, la tasa de inflación en Puerto Rico ha mantenido un ritmo de crecimiento ascendente.
‘Para septiembre de 2021, la inflación en Estados Unidos se encontraba en 5,4 por ciento, según el índice de precios al consumidor, y en 8,6 por ciento de acuerdo con el índice de precios del productor’, dijo Alemañy.
Indicó que el Sistema de la Reserva Federal (Fed), que es el banco central encargado de establecer la política monetaria de los Estados Unidos, mantiene como metas alcanzar el empleo máximo y mantener la tasa de inflación en 2,0 por ciento en la nación norteña.
La Fed estimó que la inflación promediará 4,2 por ciento al cierre de este año y que se reducirá a 2,2 por ciento el próximo año.
La subida se debe a varios factores, como interrupciones y embotellamientos en las cadenas de suministros, que han limitado la oferta de ciertos productos y servicios.
‘También por aumentos en la demanda según las restricciones impuestas para manejar la pandemia se moderan y los indicadores de actividad económica y empleo mejoran’, sostuvo el presidente del BDE para Puerto Rico.
Medina explicó que se define como inflación a la tendencia que tienen los precios de los bienes y servicios de subir a través del tiempo.
‘Si los precios aumentan, el poder adquisitivo del dinero disminuye, por lo que mientras más altos están los precios, menos cosas podrán comprarse con el mismo dinero’, precisó.
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