Mediante un ataque de artillería, demolió el sitio sagrado, denunció el secretario general del Consejo de ese estado regional, Haji Mohammed Hassen, quien no reportó víctimas.
Esta acción manifiesta su posición antirreligiosa, además de los propósitos de infundir pánico, subvertir la legislación y desmantelar a la nación, señaló.
Mohammed Hassen, asimismo, presentó pruebas de destrucciones de diferentes mezquitas y otros lugares religiosos en la región, también perpetradas por el Frente, y prometió revelar detalles acerca de ello próximamente.
Además, acusó al grupo, declarado terrorista por el Parlamento, de asesinar a estudiantes religiosos, y exhortó a todos los etíopes a unirse para combatir sus atrocidades.
A principios de noviembre pasado, el TPLF (siglas en inglés) atacó el Comando Norte de las Fuerzas de Defensa Nacional, en Tigray, y en respuesta el primer ministro Abiy Ahmed ordenó una ofensiva para someterlo.
Poco antes de finalizar el mes, fue decretado el éxito de la operación, aunque algunos líderes del grupo escaparon y las hostilidades no cesaron.
Las autoridades declararon de manera unilateral un alto al fuego en junio último, pero la organización lo desestimó y desde entonces extendió su beligerancia a los estados de Afar y Amhara.
Instituciones públicas y privadas, escuelas, hospitales, campamentos para refugiados y sitios de importancia histórica y religiosa, son blancos casi a diario de su criminalidad, de acuerdo con acusaciones oficiales.
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