Junto con las fuerzas y milicias del estado, el ejército nacional, bajo el liderazgo del primer ministro, Abiy Ahmed, logró importantes victorias en esos frentes, aseguró la portavoz oficial, Legesse Tulu.
Utilizaron tecnologías avanzadas que minimizaron los daños para destruir las fortalezas construidas por el enemigo con recursos robados de las comunidades, y capturaron artillería pesada y muchas armas personales, dijo durante una conferencia de prensa.
Además, señaló, los invasores también fueron expulsados de los pueblos de Jamma Dogolo, Wore Illu, Genete, Finchoftu y Akasta, en el frente de Wore Illu, y en el frente de Shewa los expulsaron de Mezezo, Molale, Shewarobit y sus alrededores.
Luego de evitar que el TPLF (siglas en inglés) vendiera antes de huir o transportara durante la fuga propiedades saqueadas en las áreas invadidas, ahora el ejército está preparado para avanzar hacia Lalibella y Woldiya (también en Amhara), anunció Tulu.
Según reportes oficiales, desde la llegada de Ahmed al campo de batalla, el martes de la semana pasada, las huestes federales asestaron duros golpes al Frente de Tigray y lo obligaron a retirarse de algunas de las áreas que controlaba.
Entre las victorias más importantes desde entonces, el Servicio de Comunicaciones gubernamental cita las alcanzadas en Kasagita, Chifra y Burka, y el avance en Mille, en la región de Afar.
Desde noviembre de 2020, el gobierno inició una ofensiva para reducir a la organización, otrora gobernante del estado de Tigray, declarada terrorista por el Parlamento y acusada de subvertir el orden constitucional, entre otros delitos.
En junio último, decretó un armisticio para facilitar las labores agrícolas y la asistencia humanitaria en la jurisdicción, pero el grupo lo desestimó y extendió sus operaciones a los estados regionales de Afar y Amhara.
acl/raj