En declaraciones a medios locales, el director ejecutivo de la institución financiera, Abie Sano, confirmó esa cifra, pero aclaró que siguen en curso las investigaciones para cuantificar con exactitud los daños sufridos por las dependencias.
Podemos adelantar, dijo, que las pérdidas son altas, porque los insurgentes arremetieron contra todo a su paso, incluidos los cajeros automáticos, y saquearon o destruyeron dinero, computadoras, cables de red y generadores, entre otras propiedades.
Mientras continúan los inventarios, adoptamos las medidas para reanudar los servicios en las áreas liberadas de la ocupación del TPLF (siglas en inglés), aunque ya están operando 12 sucursales, comentó.
Trabajamos para reiniciar los servicios en otras 30 en los próximos seis días aproximadamente, aunció Sano, y puntualizó que “aún está sin precisar la situación de las 61 sucursales en Mekele, la capital de Tigray, y otras 59 ubicadas en varias áreas de esa región.
Desde el 4 de noviembre de 2020, las autoridades federales de Etiopía y el Frente sostienen un enfrentamiento armado iniciado en Tigray y, desde junio último, extendido a las jurisdicciones vecinas de Afar y Amhara.
Según denuncias oficiales, en ambos territorios la organización destruyó numerosas propiedades privadas y públicas, incluidos hospitales y farmacias, escuelas, parques industriales, aeropuertos, infraestructuras de servicios eléctricos y agencias del Banco Comercial, el más grande del país y de propiedad estatal.
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