“El material gaseoso está fluyendo desde un agujero del sur en la atmósfera del Sol y se esperan disturbios geomagnéticos polares y auroras árticas cuando llegue el viento” subraya el sitio SpaceWeather.
Dependiendo de su gravedad, las tormentas solares pueden tener una amplia gama de impactos en el planeta, puntualiza la fuente.
La corriente de movimiento rápido se detectó tras la aparición de un agujero gigante en el hemisferio sur de la estrella. Los llamados agujeros coronales -precisa la fuente- son regiones de la corona del Sol en las que el plasma es considerablemente más frío y menos denso que las zonas circundantes.
Según los expertos, los vientos solares suelen alcanzar velocidades de entre uno y dos millones de kilómetros por hora, y las tormentas solares se clasifican en una escala de «G1 Menor» a «G5 Extrema», siendo esta última la más peligrosa.
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