Nicos Nouris, ministro del Interior de este país, propuso este martes que otras naciones integrantes de la UE acojan a migrantes asentados en esos campamentos, para aliviar la grave situación existente en los mismos.
Chipre, con 1,2 millones de habitantes, recibió en 2021 un total de 12 mil refugiados, un tercio de los cuales arribaron en los meses de octubre y noviembre, lo que ubica a este país como el más afectado del bloque regional por este fenómeno, en relación con su población.
El ministro afirmó que la mayoría de los migrantes ingresó este año a través de la Línea Verde, zona desmilitarizada que divide la isla y separa a este país de la denominada República Turca del Norte de Chipre.
Nouris agregó que en este momento operan redes de tráfico de personas ganan entre 300 y 500 euros por cada persona que introducen en territorio chipriota a través de ese límite fronterizo, a pesar del muro de once kilómetros levantado por Nicosia para tratar de frenar el flujo migratorio.
El miércoles último la Guardia Nacional de Chipre traslado a más de 600 migrantes asentados en el campamento de Pournara, tras detectarse 82 infectados por la Covid-19 en esa instalación, diseñada para mil 200 refugiados y que actualmente acoge el doble de esa cantidad.
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