Las astronómicas ganancias del 0,001 por ciento de la población mundial subrayan la inmensidad de la brecha de riqueza entre los trabajadores y los ejecutivos y accionistas a los que sirven, advirtieron los reportes.
Solo el sudafricano nacionalizado canadiense y estadounidense Elon Musk, considerado la persona más rica del mundo, ganó casi 118 mil millones de dólares en los últimos 12 meses, indicó el Índice de Multimillonarios de Bloomberg.
Mientras Naciones Unidas estimó que 150 millones de personas cayeron en la pobreza en 2021, un selecto grupo de multimillonarios amasó fortunas difíciles de calcular.
Las valoraciones de otros activos como las criptodivisas, las materias primas y los inmuebles también se dispararon, lo que reforzó aún más las arcas de los superricos.
Bloomberg añadió que el patrimonio neto combinado de las 500 personas de su índice de multimillonarios supera ahora los 8,4 billones de dólares, más que el Producto Interno Bruto de cualquier país del planeta, excepto Estados Unidos y China.
A lo largo del año, las propuestas de los legisladores estadounidenses sobre el llamado impuesto a los multimillonarios fueron ridiculizadas, como era de esperar, por supermillonarios como Musk.
El director general de Tesla, que en los últimos tiempos pagó muy poco o ningún impuesto sobre la renta y cuya empresa automovilística, se construyó en parte gracias a las ayudas del gobierno, se opuso especialmente a una carga fiscal a los superricos que serviría para financiar la red de seguridad en Estados Unidos.
Desde que comenzó la pandemia, los multimillonarios aquí vieron cómo su fortuna colectiva se disparó más de un 70 por ciento, hasta superar los cinco billones de dólares, de acuerdo con un informe de Americans for Tax Fairness y el Institute for Policy Studies Program on Inequality, que analizó los datos de Forbes.
Los demócratas argumentan que la ganancia inesperada de los multimillonarios en los últimos dos años sería suficiente para pagar el plan de infraestructura social del presidente Joe Biden.
Pero el proyecto de ley sobre el impuesto a los superrricos murió este otoño cuando el senador demócrata Joe Manchin expresó su preocupación por penalizar a «la gente de la estratosfera».
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