Así lo demostraron durante la Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Diversidad Biológica (COP15), celebrada este año en la ciudad de Kunming, cabecera de la provincia de Yunnan (suroccidente de China).
La Coalición de Alta Ambición para la Naturaleza y las Personas, iniciativa liderada por Costa Rica y Francia, así como por Reino Unido en la parte marina, se conoce como 30 por 30.
“Como país conservacionista reiteramos la urgencia de frenar la pérdida de biodiversidad. La ciencia ha sido clara en que esto será irreversible si no hacemos algo ya, por lo que es imperativo trabajar unidos y unidas en proteger el 30 por ciento en tierra y mar para el 2030”, indicó el mandatario mediante enlace video en la COP15.
Costa Rica predica con el ejemplo. La nación centroamericana cuenta con 30 parques nacionales, dispone de 149 Áreas Silvestres Protegidas, de las cuales 138 son de administración estatal y 11 privadas.
Las áreas protegidas del país centroamericano ofrecen un verdadero catálogo de postales para elegir, desde la majestuosidad del Parque Nacional Chirripó hasta la exuberante selva y canales del Parque Nacional Tortuguero.
“En Costa Rica pensábamos que era imposible revertir; hoy empezamos a ver jaguares, pumas, dantas en nuestros bosques”, señaló Alvarado en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), celebrada en noviembre en Glasgow, Reino Unido.
Costa Rica se encuentra hoy entre los primeros puestos del Índice Mundial de Desempeño Ambiental y es reconocido a nivel global por sus esfuerzos en pro de la conservación y del desarrollo sostenible.
ISLA DEL COCO, UN LABORATORIO NATURAL
Ubicada en el océano Pacífico y parte del cantón de Puntarenas, la Isla del Coco es uno de los paraísos naturales de Costa Rica, considerado uno de los 10 mejores lugares del mundo para bucear.
Asimismo, es un sitio reconocido por acoger estudios científicos sobre evolución, comportamiento de especies y monitoreo del ambiente. Fue declarado Humedal de Importancia Mundial (1998), Patrimonio Histórico Arquitectónico de Costa Rica (2002) y Corredor Marino del Pacífico Este Tropical (2004).
Y su importancia se consolidó en diciembre de 2021, con la decisión de ampliar el Parque Nacional Isla del Coco de dos mil 34 a 54 mil 844 kilómetros cuadrados, y el Área Marina de Manejo del Bicentenario de nueve mil 649 a 106 mil 285,56 kilómetros cuadrados. De esa manera, Costa Rica extendió la protección de sus océanos de un tres a un 31 por ciento.
Para Alejandra Villalobos, directora ejecutiva de la Fundación Amigos de la Isla del Coco, la acción va mucho más allá de los beneficios económicos.
“Del océano dependemos todos, el océano tenemos que ligarlo con temas de transporte, turismo, investigación, actividades productivas”, explicó a Prensa Latina. “Conservar y proteger los ecosistemas marinos y terrestres es darles la oportunidad a las personas y al ser humano de hacer un manejo y un aprovechamiento sostenible de algo que necesitamos legar a futuras generaciones”.
“La sostenibilidad no es una moda, es una necesidad que permitirá a futuras generaciones aprovechar y disfrutar los recursos naturales tanto en el mar como en la parte terrestre”, refirió Villalobos.
LA NUEVA BIOECONOMÍA
Desde 2020 Costa Rica cuenta con una Estrategia Nacional de Bioeconomía que propone la aplicación de principios de economía circular y descarbonización en los procesos de producción y consumo.
La estrategia tiene por objeto consolidar una economía basada en el conocimiento con una producción sostenible de alto valor añadido, y un uso justo y equitativo de su biodiversidad. La misma se aplicará en tres fases a lo largo de 10 años: impulso (2020-2022), escalamiento (2022-2026) y consolidación (2026-2030).
Alvarado señaló recientemente que “un contexto de pandemia como país nos reta a acelerar el paso hacia la bioeconomía que permitirá incidir en el desarrollo de nuestras regiones y su productividad”.
El presidente del Consejo de Bioeconomía Alemán, doctor Joachim von Braun, destacó que “Costa Rica está ahora uniéndose a una liga de élite de estrategias basadas en bioeconomía”.
“De unos 49 países del mundo que desarrollan políticas relacionadas con bioeconomía, sólo 17 tienen estrategias de bioeconomía específicas”, señaló el experto, tras felicitar los esfuerzos de la nación centroamericana.
La ministra de Economía, Industria y Comercio, Victoria Hernández, resaltó por su parte que el contexto de la pospandemia ofrece una “oportunidad para reinventar los modelos de negocios y aprovechar los dos grandes activos que Costa Rica posee de cara a la cuarta revolución industrial: su talento humano y su capital natural”.
EL ARCA DE NOÉ CENTROAMERICANA
Si la leyenda bíblica de Noé y su arca tuvieran algún asidero en la realidad, Costa Rica bien podría calificar como destino de aquellos animales rescatados del diluvio universal.
Con tan solo 51 mil 100 kilómetros cuadrados de superficie, el 92 por ciento de ella mar, en la nación centroamericana habitan más de 500 mil especies, lo que representa el seis por ciento de la biodiversidad mundial.
Se estima que es el país con mayor cantidad de especies por unidad de área, 1,8 por kilómetro cuadrado.
Poco más del 70 por ciento de su medio millón de especies son insectos, destacadas en especial las mariposas -uno de los principales productos de exportación del país-, que representan el 90 por ciento de las existentes en Centroamérica, el 66 por ciento de las especies del neotrópico y el 18 por ciento de todas las del planeta.
Quizás la más conocida de las mariposas ticas sea la morfo azul (Morpho peleides limpida), cuya imagen con las alas extendidas recorre el mundo, como mismo sucede con la Agalychnis callidryas, una salamandra anfibia caracterizada por el color rojo de sus ojos.
Costa Rica posee una combinación de factores que hacen sostenible su enfoque ecológico, como una población relativamente pequeña de poco más de cinco millones 161 mil habitantes y grandes recursos naturales, lo que contrasta con naciones en desarrollo mucho más pobladas y con poca disponibilidad de tierra y bienes naturales.
Pero, sin dudas, la visión estratégica de las autoridades y la conciencia adquirida por la población a lo largo de los años han sido claves para ubicar a esta pequeña nación centroamericana a la vanguardia de los esfuerzos globales por conservar el medio ambiente y, en el camino, generar los recursos limpios necesarios para el desarrollo.
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