Libera una explosión gigante de energía tres veces por hora y podría ser una estrella de neutrones o una enana blanca (núcleos colapsados de esas esferas luminosas) con un campo magnético ultrapotente, expusieron los encargados del estudio.
El equipo, al utilizar el mapeo de ondas en el Universo, confirmó el inusual objeto girando en el espacio, el cual envía un haz de radiación y, durante un minuto de cada 20, es una de las fuentes de radio más brillantes del cielo, afirmaron.
Fue un poco espeluznante para nosotros porque no hay nada conocido que haga eso y más bastante cerca, a unos cuatro mil años luz de distancia, explicó la astrofísica Natasha Hurley-Walker, del Centro Internacional para la Investigación de Radioastronomía, quien dirigió a los participantes.
«Es emocionante que la fuente que identifiqué el año pasado haya resultado ser un objeto tan peculiar», destacó Tyrone O’Doherty, estudiante de doctorado de la universidad australiana Curtin, primero en la observación.
En opinión de los expertos, al utilizar el telescopio Murchison Widefield Array (MWA) en el interior de Australia Occidental y una nueva técnica desarrollada, pueden localizarse estos objetos llamados transitorios.
La astrofísica y coautora, doctora Gemma Anderson, subrayó que al profundizar se comprueba la muerte de una estrella masiva o la actividad de los restos que deja.
Los «transitorios lentos», como las supernovas, pueden aparecer en el transcurso de unos días y desaparecer después de unos meses, apuntó.
Los rápidos, un tipo de estrella de neutrones nombrado púlsar, se encienden y apagan en milisegundos o segundos, agregó, mientras enfatizó que encontrar algo que se encendió durante un minuto resultó realmente extraño.
El objeto misterioso era increíblemente brillante y más pequeño que el Sol, emite ondas de radio altamente polarizadas, lo que sugiere un campo magnético extremadamente fuerte, resaltó Anderson.
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