En un artículo publicado en The Hill, la experta Rebeca Beitsch explicó que sólo una parte de los migrantes sometidos al programa logran eludirlo.
Las cifras de diciembre muestran que sólo el 12 por ciento de los indocumentados pudieron argumentar que se enfrentarían a un peligro inminente si se les enviaba al norte de México mientras solicitaban asilo en los Estados Unidos.
Las cifras fueron alarmantes para los defensores de los derechos de los migrantes, que han instado al gobierno federal a abandonar una política que hace que los solicitantes de asilo sean abandonados a su suerte.
«Esto sólo indica que este programa no se puede arreglar», añadió el investigador de Human Rights First, Kennji Kizuka.
Pueden modificar los estándares, los procedimientos, pero al final del día, simplemente no pueden hacerlo seguro, y no pueden hacer las revisiones de manera apropiada o justa, comentó.
El gobierno de Biden volvió a poner en práctica lo que se conoce formalmente como Protocolos de Protección de Migrantes (MPP) en diciembre, tras una orden judicial.
El programa todavía prohíbe en gran medida que los solicitantes de asilo entren en Estados Unidos para esperar su caso, continuando la práctica de la era Trump de enviarlos a través de la frontera con México.
Un memorando del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) incluyó varias reformas destinadas a ayudar a desviar a algunos solicitantes de asilo del programa.
«El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas, ha declarado en repetidas ocasiones que el MPP tiene defectos endémicos, impone costos humanos injustificables y no aborda las causas fundamentales de la migración irregular», dijo el DHS en un comunicado.
El departamento se comprometió a implementar el MPP de la manera más humana posible, pero aún no lo cumple, resaltó la analista.
Según Kizuka, el DHS ha ordenado a los agentes fronterizos que pregunten afirmativamente si los migrantes tienen miedo de ser enviados a México en lugar de esperar a que los solicitantes de asilo planteen la cuestión por sí mismos.
El experto explicó que el departamento bajó el estándar legal para eludir el programa, requiriendo que los migrantes solo muestren una razón por la que creen que estarían en peligro en México, cuando generalmente se exigían 10.
«Obviamente, todo se reduce a la discreción del oficial, y no existe un proceso de apelación», advirtió el investigador.
Los primeros datos sobre el programa muestran que pocos solicitantes de asilo han podido escapar con éxito del MPP a pesar de que el 91 por ciento de las 267 personas inscritas inicialmente en el programa en diciembre dijeron que temían por su seguridad si eran enviados a México.
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