El equipo involucrado en la investigación basó su hallazgo en el procesamiento de datos del comportamiento de casi 18 mil carriceros comunes, pájaros cantores que anualmente vuelan a través del desierto del Sahara para pasar el verano en Europa.
Los especialistas determinaron que los animales se dirigieron a un objetivo magnético en movimiento al constatar cómo los sitios preferidos por ellos se desplazaban en coincidencia con el ligero movimiento de los campos magnéticos de la Tierra.
Esta información parece ser bastante estable, señal de que el campo magnético no cambia mucho año tras año en un lugar determinado, reveló el investigador del Instituto de Investigación Aviar de Alemania, Joe Wynn.
“Apuntar a un valor magnético específico durante la migración podría tener sentido entonces. Creemos que esto les da a las aves la mejor oportunidad de regresar al sitio de reproducción», expresó.
Según el comunicado del centro de altos estudios alemán, gracias a las pruebas proporcionadas por las anillas de metal numeradas y puestas en las patas de pájaros, se estimó que carriceros comunes usan una sola coordenada magnética como una señal de alto una vez alcanzado el valor correcto, lo que les indica cuándo dejar de migrar.
Esta facilidad le permitiría a las aves hallar el sitio exacto de la reproducción pese a haber volado miles de kilómetros, apuntó el estudio.
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