El ministro del Interior sudanés, teniente general Anan Hamed Mohammed Omar, manifestó la pretensión de su país durante un encuentro con el embajador etíope en esta capital, Yibeltal Aemero, de acuerdo con una comunicación oficial.
Tenemos esperanzas de que los puestos de control recientemente inaugurados entre Matamma (región de Amhara, en Etiopía) y Galabat (estado sudanés de Al Qadarif) aceleren aún más la comercialización y el flujo de vehículos entre nuestros países, dijo Mohammed Omar.
Asimismo, subrayó la necesidad de realizar cuanto antes gestiones concertadas para reiniciar y revitalizar los acuerdos rubricados con el objetivo de combatir la trata de personas y la migración ilegal.
En tanto, Aemero solicitó a las autoridades migratorias sudanesas suavizar todas las regulaciones aplicadas a los etíopes residentes en este territorio y ofertarles servicios legales rápidos y seguros a quienes eligen regresar a su nación.
Muchos de los ciudadanos de nuestro país que viven aquí necesitan el apoyo del gobierno de Sudán, señaló, y agradeció al pueblo y gobierno por comprender las razones del desplazamiento hacia acá y la hospitalidad brindada a los migrantes etíopes.
Durante muchos años, Al-Fashaqa es una zona donde los agricultores etíopes logran grandes cosechas, aunque Sudán siempre la reclama como parte oficial de su jurisdicción, y con frecuencia es sede de irregularidades y causa de tensiones entre los dos países.
Tras estallar la guerra entre el gobierno de Etiopía y el Frente de Liberación Popular de Tigray en noviembre de 2020, surgió un conflicto por la presencia de tropas sudanesas en esa región, despliegue que Addis Abeba consideró una invasión.
Hasta ahora no está definido el estatus de esa área, ni hay avances tangibles hacia la solución pacífica del desacuerdo, aunque, según declaraciones de los gobiernos de las dos naciones, las relaciones bilaterales son sólidas.
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