La tregua provocará el resultado deseado de mejorar toda la situación en el territorio, si es aceptada por el TPLF (siglas en inglés), declaró la portavoz de las autoridades federales, Selamawit Kasa.
Nuestro gobierno tiene el serio compromiso de hacer valer esta medida, pero la otra parte debe corresponder seriamente a esta decisión para que la ayuda humanitaria se entregue con éxito a las personas necesitadas, reiteró durante una conferencia de prensa.
Kasa, además, señaló que “aliviar la situación de los afectados por el conflicto es máxima prioridad y responsabilidad del gobierno, que decidió ahora hacer mayores esfuerzo para facilitar el libre flujo de ayuda humanitaria de emergencia a la jurisdicción”.
Asimismo, instó “a la comunidad internacional a redoblar sus generosas contribuciones para aliviar la situación” y reiteró el compromiso gubernamental de “trabajar en colaboración con todas las organizaciones pertinentes para acelerar la provisión de asistencia humanitaria a quienes la necesitan”.
Muchas personas necesitan ayuda. Los países que apoyan la tregua deben aumentar la asistencia. Este llamado es también para que los propios etíopes apoyen a los ciudadanos de Tigray, Amhara y Afar, comentó la vocera.
El gobierno etíope declaró el jueves una tregua, porque sus esfuerzos no bastaron para mejorar la precaria situación de los ciudadanos de Tigray, muchos de los cuales huyeron a ciudades vecinas en busca de ayuda.
Por medion de un comunicado señaló que aliviar las circunstancias de los afectados por el conflicto contra el TPLF “es una prioridad y una responsabilidad que la autoridad federal se toma muy siempre muy en serio”.
Luego del ataque del Frente a las Fuerzas de Defensa Nacional, en noviembre de 2020 estalló la guerra en el norte etíope, extendida a mediados del año pasado a las regiones de Afar y Amhara.
Antes de finalizar 2021, el ejército liberó las áreas ocupadas en esos estados, pero no avanzó hacia el extremo septentrional, donde se refugian las fuerzas tigriñas, y el conflicto aún no tiene un desenlace definitivo.
Según informes oficiales, alrededor de 1,4 millones de personas fueron desplazadas en Amhara, de las cuales reintegraron 1,2 millones a sus lugares de residencia, aunque hasta ahora hay 11 millones de ciudadanos sin seguridad alimentaria.
La región de Afar, asimismo, alberga a 1,3 millones de desplazados, pese a los esfuerzos realizados hasta ahora por las autoridades federales, que también asisten a miles de ciudadanos afectados por la sequía en las regiones de Oromía y Ogadén.
oda/raj