En el Aeropuerto Internacional de Bole, la ministra de Estado para Asuntos Internacionales, Birtukan Ayana, y el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Dina Mufti, entre otros funcionarios gubernamentales, dieron la bienvenida a los retornados.
Estas fueron las primeras personas de más de 102 mil que las autoridades federales quieren traer desde la nación asiática, según el anuncio realizado el 4 de marzo último por el viceprimer ministro y canciller del país africano, Demeke Mekonnen.
Además de reunirse con sus familiares, todos los integrantes del grupo, 157 niños y 341 mujeres, cumplirán el protocolo sanitario establecido a propósito de la Covid-19 y serán rehabilitados de manera sostenible, según sus competencias.
Para facilitar el retorno, durante las últimas semanas representaciones de ambos estados realizaron consultas y una delegación etíope viajó a Riad, capital saudita, con el objetivo de definir los detalles logísticos y legales del proceso.
De acuerdo con informes del ministerio de Relaciones Exteriores, hasta ahora mostraron interés en regresar más de 35 mil etíopes, al inscribirse en un registro formalizado precisamente en Riad.
Etiopía espera que la cifra de interesados crezca paulatinamente porque de unos 750 mil etíopes residentes en ese país, ya 300 mil tienen estatus legal, pero 450 mil no tienen documentos y están en pésimas situaciones debido a diversas circunstancias.
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