«Simplemente el mundo en todos los niveles necesita romper con los plásticos», dijo Barnett al intervenir en la Conferencia Regional del Cierre del Círculo: Desechos Marítimos, organizada por la Universidad Mundial Marítima.
La directiva subrayó que nos hemos acomodado a una realidad donde el embalaje de plástico se descarta a los pocos minutos de comprar el producto, sin embargo persiste en el medio ambiente durante cientos de años.
Los mercados, dijo, están inundados de dispositivos baratos sin longevidad, modularidad o reparación, comercializados y diseñados con obsolescencia a corto plazo, con la expectativa de reemplazo rápido con el nuevo modelo sucesor.
Resaltó que afortunadamente el impacto alarmante de esta acumulación de residuos en la vida marina sale a la luz.
Actualmente, agregó, a nivel mundial ocurre una transición en la que se aprecia cierta racionalización de la producción para comenzar a abordar la crisis de la contaminación plástica.
Sin embargo, “la transición requiere un cambio cultural completo más allá de la producción para incluir el embalaje y las opciones de los consumidores: cerrar el círculo en todos los aspectos de la producción”, acotó.
Barnett sostuvo que el resultado de la producción racionalizada y la economía circular es que menos plásticos entrarán en los sistemas de gestión de residuos y escaparán a los desagües y las vías fluviales que fluyen en nuestras costas ya vulnerables.
Destacó que en este contexto, la planificación espacial marina es ampliamente aceptada como la principal herramienta para el desarrollo ordenado y eficiente de los recursos costeros y marinos sin peligro a la integridad de los sistemas naturales complejos.
A medida que desarrollamos la planificación espacial marina, con la participación de las comunidades, el proceso fomenta la inclusión, da voces a los marginados y solidifica las vías entre la ciencia y la política, dijo.
En su opinión este tipo de colaboración es esencial para combatir el tema de los escombros y los plásticos marinos que plagan los océanos del mundo y que resulta ser una situación particularmente angustiante para el mar Caribe.
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