La medida responde a la flexibilización de los controles fronterizos impuestos en noviembre de 2021 por la nación asiática, para contener la propagación de la variante Ómicron del coronavirus SARS-Cov-2, causante de la Covid-19.
Los nuevos permisos aplican para estadounidenses, nacionales asiáticos de India, Cambodia, Indonesia, Malasia, Mongolia, Filipinas y Tailandia, europeos de Francia, Alemania, Italia, España y Gran Bretaña.
También serán recibidos los ciudadanos de Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, así como los de otras naciones latinoamericanas y africanas, entre las cuales figuran Brasil, Chile, Marruecos y Túnez.
Cabe destacar que, pese a este cambio reciente de política, Japón sigue con sus fronteras cerradas para los turistas y solo autoriza a diplomáticos, cónyuges de ciudadanos nipones, residentes permanentes, estudiantes, personas con “circunstancias excepcionales” y otras pocas categorías.
Además, mantiene suspendida la validez de las visas emitidas antes del 2 de diciembre del pasado año.
Por otro lado, a partir del próximo domingo el gobierno elevará su límite diario de llegadas desde el extranjero a alrededor de 10 mil, frente a los siete mil actuales.
Expertos calculan que medio millón de estudiantes, profesores, trabajadores extranjeros acreditados como pasantes técnicos y viajeros de negocios han esperado para entrar a Japón durante casi dos años, publicó el periódico Asahi Shimbun.
Las reglas estrictas, establecidas en el penúltimo mes de 2021, encontraron fuertes críticas dentro de las comunidades empresarial y académica del país, diferente a la percepción popular.
Desde el surgimiento de la pandemia de la Covid-19, Japón ha registrado una cifra superior a las seis millones 897 mil personas positivas y más de 28 mil 500 decesos.
Los contagios por el virus respiratorio conservan una ligera tendencia a la disminución, pero el sistema de salud continúa sobrecargado, con altas tazas de ingreso hospitalario.
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