Ernesto Hernández Lacher
Periodista de la Redacción Internacional de Prensa Latina
La joven fuerza política sacó provecho del creciente descontento hacia el actual gobernante, según la prensa local.
El Partido Democrático (SDS), de Jansa, considerado como nacionalista de derecha, obtuvo algo más del 24 por ciento de los votos, frente al 34 por ciento de su rival en las legislativas del último domingo de abril.
Ese resultado otorga a los vencedores unos 40 escaños en la Asamblea Nacional, 11 más que el SDS, y a Golob la posibilidad de acceder al puesto de Primer Ministro.
El Parlamento bicameral esloveno está integrado, además, por el Consejo Nacional, que representa a los grupos de interés social, económico, profesional y local. Es considerado como la Cámara Alta pero solo puede discutir algunos temas establecidos en la Constitución.
Durante su primer discurso, tras conocerse los resultados, Golob afirmó que los electores querían un cambio y que las primeras conversaciones sobre la futura coalición de gobierno se producirían en los próximos días.
Se trata de un político con más de dos décadas de experiencia. Fue Secretario de Estado en el Ministerio de Asuntos Económicos entre mayo de 1999 y junio de 2000, durante la presidencia de Milan Kučan.
Integró hasta 2013 el partido Eslovenia Positiva, fundado por Zoran Janković, alcalde de Liubliana, la capital del país, y más tarde transitó por otras fuerzas políticas en las que ocupó cargos de dirección.
El ingeniero eléctrico y directivo empresarial de 55 años dijo que el SDS y el partido Nueva Eslovenia no están en la lista de convocados a los debates en busca de alianzas, según el sitio web de radiodifusión pública Rtvslo.
De su lado, Jansa felicitó a Golob y lamentó que «no todas las fuerzas políticas que trabajaron con la coalición de una forma u otra se unieran».
LA CONFORMACIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL
La Asamblea Nacional de Eslovenia consta de 90 escaños, por lo que el umbral de la mayoría absoluta se sitúa en los 46.
Según analistas, Golob no tendrá dificultades para alcanzar esa cifra y en tal escenario el actual primer ministro deberá abandonar el cargo que ocupa desde 2020 y que también ostentó en otras dos ocasiones, (2004-2008) y (2012-2013).
El líder del GS tiene en su agenda formar lo antes posible la nueva alianza de gobierno para hacer frente a lo que definió como «exigente situación en el país y el mundo».
Entre sus prioridades está la implementación de algunos cambios legislativos, la cooperación con la sociedad civil, prevenir un nuevo estallido de la pandemia de Covid-19 después del verano y frenar a la incesante subida de precios de la energía.
«Actuaremos rápida y decididamente; la situación así lo demanda», comentó Golob al conocerse los resultados.
RAZONES DEL CAMBIO
La sociedad civil y la oposición movilizaron a gran parte de los votantes descontentos con la polémica gestión de Jansa, lo que elevó la participación electoral al 70 por ciento, su nivel más alto en dos décadas, según al analista Alem Maksuti, para quien la victoria de Golob era esperada.
Decisiones calificadas de arbitrarias, así como ataques contra la libertad de prensa y la independencia de la Justicia, en general, provocaron importantes protestas ciudadanas y menguaron el prestigio del gobernante.
El resultado electoral refleja ese estado de ánimo y evidencia el gran descontento con Jansa que al final lo llevó a la oposición, dijo el politólogo en declaraciones a la prensa local.
Pese a cumplir prisión por dos años desde 2014 bajo cargos de corrupción, el saliente Jefe de gobierno fue elegido por el Parlamento esloveno como primer ministro designado el 3 de marzo de 2020, pero recibió críticas desde la Unión Europea (UE) por sus reiteradas violaciones al Estado de derecho.
No obstante, fue uno de los primeros líderes comunitarios que aparentemente visitó Ucrania junto con sus homólogos de Polonia y República Checa tras el comienzo de la operación militar de Rusia en ese país el 24 de febrero.
Expulsó a los diplomáticos de ese país acreditados en Liubliana y se alineó con las políticas de sanciones impuestas desde el ente integracionista y Occidente contra Moscú.
Ahora, tras la victoria electoral, Golob prometió restablecer todos los valores democráticos occidentales y realizar una radical transición verde en cuanto a las fuentes de energía, la economía circular, la digitalización y la educación.
Habrá que esperar para ver si el naciente partido, fundado hace solo cuatro meses, logra formar gobierno sin grandes contratiempos.
Las negociaciones para integrar alianzas que comenzarán en breve incluirán a todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria y se espera la presencia en el ejecutivo de políticos competentes de la esfera intelectual y la sociedad civil.
Según trascendidos, el GS aspira a controlar solo los ministerios de Finanzas, Sanidad, Infraestructura y Medio Ambiente, y dejará el resto a sus futuros socios de coalición.
En cuanto a las directrices de la política exterior de la nueva administración, Golob no dio detalles aún, pero advirtió que “no será cuestión de una sola persona y de unos tuits», una clara alusión a Jansa, quien desde el 2020 anunciaba sus decisiones inconsultas a través de redes sociales, de acuerdo con analistas nacionales.
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