La rúbrica del documento oficializa la adquisición de un sistema de baterías de descarga rápida que funcionan como reguladoras de frecuencia en parques fotovoltaicos o eólicos, las cuales, unidas a un Sistema de Gestión de Energía (SGE), contribuirán a estabilizar el suministro eléctrico en el mencionado territorio cubano.
Asimismo, potenciarán el uso de energías renovables, con la consecuencia rebaja de la emisión de gases contaminantes a la atmósfera.
Acceder a la valiosa oferta del consorcio nipón será posible gracias a la asistencia financiera no reembolsable de la Agencia de Cooperación Internacional del país asiático, estimada en dos mil 392 millones de yenes (unos 17,5 millones de dólares).
Durante la ceremonia, el director de inversiones de la UNE, Amaury Mena, agradeció a las compañías signatarias del convenio y aseguró que se han creado todas las condiciones en el sitio del proyecto para recibir la tecnología nipona.
Mena subrayó que el contrato de hoy abre la etapa final para la ejecución y materialización del Proyecto de Mejoramiento del Suministro de Energía Eléctrica en la Isla de la Juventud, cuya idea surgió en 2017 como parte de un acuerdo de Cooperación Técnica entre los gobiernos de Cuba y Japón.
“Esta es la primera experiencia en este tipo de instalaciones que vamos a tener en el país, la cual nos servirá de base para introducirla también en la isla principal”, destacó.
Por su parte, el director de Nishizawa Limited, Hitoshi Seko, resaltó la importancia del proyecto y manifestó su orgullo por integrar el mismo.
“Junto a nuestros socios nos esforzaremos para garantizar el éxito de la iniciativa”, expresó.
El director de Toshiba Energy Systems, Shigehiro Kawahara, mencionó que su sistema de baterías y SGE han probado ser útiles y efectivos en lugares con inestabilidad en el suministro, dentro y fuera de Japón.
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