El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, y el general Abdel Fattah al-Burhan, jefe del gobernante Consejo Soberano sudanés, así lo acordaron durante un encuentro en Nairobi, Kenya, realizado al margen de la XXXIX Cumbre Extraordinaria de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo de África Oriental (IGAD).
Según el texto, rubricado por la Oficina de Información del Primer Ministro, los políticos coincidieron en la necesidad de evitar un enfrentamiento armado entre los dos estados y promover la cooperación en varios sectores económicos.
Asimismo, anuncia que será establecido un comité para dilucidar algunas de las diferencias latentes entre las partes por medio del diálogo y negociaciones que respeten los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas.
Hemos acordado que nuestros países tienen muchos elementos de colaboración para trabajar en paz. Nuestros lazos superan cualquier división. Nos comprometimos con el diálogo y la resolución pacífica de problemas pendientes, escribió Ahmed en Twitter.
Etiopía y Sudán acordaron trabajar juntos en la paz y el desarrollo, la cooperación y el beneficio mutuo, comentó, y reafirmó el compromiso de su gobierno de trabajar con el pueblo del territorio vecino por la paz y el desarrollo.
Señala la notificación, además, que Abdel Fattah al-Burhan informó al pueblo de Sudán la decisión de los dos países de tratar sus asuntos por vías pacíficas, sin la injerencia de terceros, en virtud de sus lazos culturales e históricas relaciones.
Sudán y Etiopía son países hermanos fuertes y de larga data. No nos beneficiaremos de un conflicto. Trabajarán para el beneficio mutuo, aseveró el General.
Ambas naciones mantienen estables relaciones, según declaraciones de las dos partes, pero sufrieron un golpe durante la disputa que sostienen con Egipto por la construcción y el funcionamiento de la Gran Presa del Renacimiento Etíope.
La pasada semana, un incidente violento en el distrito fronterizo de Al-Fashaqa las deterioraron aún más, tanto, que varios organismos internacionales, incluido la Unión Africana y la IGAD (siglas en inglés), llamaron a las respectivas autoridades a evitar un conflicto.
Este último tema, precisamente, conminó al encuentro entre los líderes en Nairobi, donde los países miembros de la IGAD debatieron la influencia de los desastres naturales en la fragilidad económica y social, y la situación de paz y seguridad en la región.
Etiopía, Eritrea, Djibouti, Kenya, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Uganda integran la organización regional, sucesora de la Autoridad Intergubernamental para la Sequía y el Desarrollo y establecida en 1996, para tratar todos los problemas del denominado Cuerno de África.
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