Este jueves, el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokaev, planteó hallar nuevas vías para las exportaciones petroleras, pues el país asiático usa el puerto ruso de Novorosíisk en el mar Negro para despachar la mayor parte de su producción.
La determinación del mandatario llega después de que el martes una corte rusa suspendiera por 30 días las operaciones del Consorcio del Oleoducto del Caspio, el grupo encargado de transportar el combustible kazajo desde Novorosíisk, por irregularidades en materia medioambiental.
Al respecto, Peskov recalcó que la suspensión temporal de la actividad del Consorcio responde a netamente a criterios medioambientales.
«Por eso aquí se requieren más contactos con nuestros socios kazajos», puntualizó el vocero.
El Consorcio del Oleoducto del Caspio se vio involucrado en agosto de 2021 en el derrame de 100 toneladas de petróleo en el puerto de Novorosíisk, la cuales contaminaron 80 kilómetros cuadrados de aguas marinas y siete kilómetros de la costa.
Las autoridades rusas estimaron que el vertido del hidrocarburo kazajo causó daños en la zona valorados en más de 63 millones de dólares.
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