Las disposiciones aprobadas en la última reunión del Gabinete incluyen un programa de subsidios a los agricultores que cubrirá el 70 por ciento del incremento de los precios de los abonos químicos, mientras aboga por la diminución hasta un 20 por ciento de estas sustancias, versa el informe publicado por la oficina del primer ministro.
El objetivo de esta parte del plan es evitar que el coste de los fertilizantes, disparado por el encarecimiento de las materias primas importadas, refuerce la tendencia alcista en el precio de los alimentos.
Por otro lado, se reducirá la carga de las facturas a los hogares inscritos en programas de ahorro energético de las compañías eléctricas.
“Estamos decididos a proteger los medios de vida de las personas aplicando medidas sólidas, sin fisuras, desde el nivel nacional hasta las iniciativas locales”, expresó el mandatario japonés, Fumio Kishida, durante la sesión del grupo de trabajo.
El gobierno también se propuso elevar el salario mínimo este mismo año, con la cooperación de los sectores público y privado, precisó el texto.
Asimismo, se otorgará una Subvención Temporal para el Desarrollo Regional de un billón de yenes (7,2 millones de dólares), la cual contribuirá con los gastos de renta y alimentación de los ciudadanos de bajos ingresos.
A partir del mismo presupuesto económico, las industrias locales recibirán ayudas para enfrentar el coste de los servicios públicos y se apoyarán las actividades productivas de la pesca, agricultura y ganadería.
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